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EDITORIAL

El problema del PP en Cataluña no es sólo Sánchez Camacho

La responsabilidad del desastre electoral, si finalmente se confirma, no será sólo de Sánchez Camacho, que siempre ha defendido la política de Rajoy.

A pocas semanas hábiles de que se sustancien las elecciones autonómicas más importantes de la historia de Cataluña, en el Partido Popular comienzan a plantearse la posibilidad de sustituir a Alicia Sánchez Camacho como candidata a la Generalidad.

En la sede nacional hay gran nerviosismo ante el tremendo varapalo que anuncian todas las encuestas, que podría dejar al PP sin grupo parlamentario propio si se confirman los peores augurios. Esta honda preocupación sobre el desastre sin precedentes que anuncian los sondeos está en el origen del debate sobre la idoneidad de que Sánchez Camacho repita como cabeza de lista del PPC el próximo 27 de septiembre.

Las limitaciones políticas de la líder del PP catalán han quedado suficientemente de manifiesto desde que los nacionalistas catalanes decidieron acelerar su proceso independentista. El Partido Popular no ha sido capaz de ahormar una respuesta contundente ante este desafío. Por el contrario, la estrategia del PP en Cataluña ha sido aplaudir la inacción de Rajoy al frente del Gobierno de España y asumir sin rechistar las constantes humillaciones de los separatistas. Es más, Alicia Sánchez Camacho ha sido en esta última etapa la principal instigadora de la rendición del Gobierno de España ante el separatismo catalán y no ha dudado, desde su responsabilidad como líder del PPC, en apoyar los chantajes financieros que la Generalidad ha perpetrado contra los intereses generales de todos los españoles.

Con esta trayectoria reciente, antagónica de la que el Partido Popular llevaba en otros tiempos en Cataluña, no puede sorprender que las encuestas electorales anuncien negros vaticinios en la cita de finales del próximo mes de septiembre. Ahora bien, este fracaso electoral anunciado por los estudios demoscópicos no puede achacarse en exclusiva a la gestión de Alicia Sánchez Camacho, que si por algo se ha distinguido es por seguir a rajatabla la línea política establecida por Rajoy al frente del Gobierno de la nación. Los males del PP en Cataluña derivan precisamente de la rendición de todos los resortes del Estado ante los excesos separatistas, que ha hecho que muchos de sus votantes tradicionales miren ahora a Ciudadanos como su referente electoral.

Alicia Sánchez Camacho no es, desde luego, la dirigente idónea para el PP en Cataluña. Ahora bien, la responsabilidad del desastre electoral, si finalmente se confirma, no será exclusivamente suya, como pretenden hacer ver desde la sede de Génova con este baile de presuntos candidatos, ya sin tiempo material para conformar una candidatura con posibilidades.

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