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EDITORIAL

Pedro Sanchez: el obstruccionismo se le vuelve en contra

Su numantina negativa a Rajoy se ha convertido en un boomerang que le va a impedir, en cuestión de días o de meses, mantener el liderazgo en el PSOE.

Jamás el líder de un partido político ha sido objeto de una crítica tan contundente por parte de un antecesor en el cargo como la que ha recibido este miércoles Pedro Sánchez de labios del expresidente del Gobierno y ex secretario general del PSOE Felipe González. Las declaraciones de González, en las que abiertamente afirma sentirse "frustrado" y "engañado" por Sánchez, junto a la nueva debacle electoral del PSOE en Galicia y el País Vasco, han terminado de desatar al sector crítico, que este mismo miércoles ha conseguido recabar la dimisión de 17 miembros de la Ejecutiva Federal–la mitad más uno de los que actualmente la componen– para que el partido pase a estar dirigido por una gestora.

Aunque hay alguna duda respecto de la firma de algunos de los que han dimitido, y los estatutos del partido no dejan del todo claro que la dimisión de la mitad más uno de la Ejecutiva suponga la disolución de la misma y el nombramiento de una gestora, todo parece indicar que el liderazgo de Sánchez al frente del PSOE toca a su fin.

Aun cuando estas dimisiones no provoquen la disolución de la Ejecutiva Federal, tal y como ha asegurado el secretario de Organización del PSOE, César Luena, y este órgano de dirección lograse convocar un Comité Federal para que, a su vez, convoque un Congreso Extraordinario, donde la militancia se exprese, es evidente que no sería sino una nueva fuga hacia delante que sólo supondría una prolongación de la agonía del liderazgo de Sánchez.

Dadas las circunstancias, y como hasta el mismo líder de Podemos ha terminado por reconocer, ya sólo hay dos posibles escenarios: o abstención del PSOE en una nueva sesión de investidura de Rajoy o convocatoria de elecciones.

Aun suponiendo que Pedro Sánchez llegase vivo a las hipotéticas elecciones del 18 de diciembre, ¿qué resultados cabe esperar de un candidato que ha provocado la implosión de su partido después de haber concatenado los peores resultados electorales de su historia?

Sánchez, tras decir que González está "en el bando de la abstención [a Rajoy]", se ha desahogado este miércoles preguntándose retóricamente "en qué bando está Susana Díaz". A este respecto, conviene recordar que Díaz jamás ha postulado públicamente que el PSOE deba facilitar la investidura de Rajoy mediante su abstención, y que, por el contrario, ha defendido el voto negativo del PSOE al Gobierno del PP con tanta rotundidad como el propio Sánchez. Sin embargo, por mucho que Sánchez pretenda enfrentar a Díaz con una mayoria de la militancia del PSOE que él cree partidaria de su obstruccionismo, es evidente que el obstruccionismo es a él, y no a Rajoy o a Susana Diaz, a quien le está pasando factura.

Tras los comicios del 20-D, Sánchez, luego de la negativa inicial de Rajoy a presentarse a la investidura, tuvo derecho a intentar presidir el Gobierno. Sin embargo, tras las elecciones de junio su derecho se redujo a liderar la oposición. Su numantina negativa a que Rajoy asuma la presidencia de Gobierno ha terminado por convertirse en un boomerang que le va a impedir, en cuestión de días o de meses, mantener el liderazgo en el PSOE y el liderazgo de la oposición a uno de los Gobiernos más débiles de la democracia.

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