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EDITORIAL

Quien miente es Sánchez, no Mohamed VI

No existe una sola declaración o documento marroquí que refleje la renuncia a Ceuta y Melilla y recoja el respeto a la integridad territorial española.

No es culpa del Gobierno de Pedro Sánchez que Marruecos aspire a anexionarse Ceuta y Melilla, que jamás han sido otra cosa que españolas. Ahora bien, quien ha proferido la colosal y demostrable mentira de que Rabat habría renunciado a sus pretensiones sobre ambas ciudades autónomas a cambio de la aceptación por parte de Madrid de que el Sáhara Occidental pertenece a Marruecos no es Mohamed VI sino Pedro Sánchez. No existe una sola declaración o documento marroquí que refleje esa renuncia y recoja el respeto a la integridad territorial española. Todo es una mentira de Sánchez dirigida a los españoles para justificar su traición al pueblo saharaui y a las resoluciones de Naciones Unidas que reiteradamente han exigido un proceso de autodeterminación para el Sáhara. Así, el diario gubernamental marroquí Le Matin deja claro que es España la que se compromete a respetar la "integridad territorial de Marruecos", incluyendo en ella al Sahara occidental, como también lo hace en Europa el diario francés Le Figaro. Y mientras, la prensa marroquí sigue llamando a Ceuta y Melilla "ciudades ocupadas"...

Lo peor es que, aun cuando Rabat se hubiera comprometido a respetar la españolidad de Ceuta y Melilla, sería inaceptable pagar por ello un precio como el de traicionar la posición española respecto al derecho del pueblo saharaui a decidir si quiere ser un Estado independiente o una provincia autónoma de Marruecos. En este sentido, también es una mentira del Gobierno de Sánchez que el cambio de posición respecto del futuro del Sáhara esté en consonancia con "las resoluciones de Naciones Unidas". Aquí el mentiroso ha sido el ministro de Exteriores de Sánchez, José Manuel Albares, no su homólogo marroquí, Naser Burita.

Por lo que hace a la información según la cual "Argelia fue informada previamente" sobre el cambio de posición de España, se trata de otra falsedad del Gabinete Sánchez, que si no informó a los españoles –ni siquiera a los miembros del Consejo de Ministros de Podemos–, menos aun informó a Argel, que, en protesta, ha llamado a consultas a su embajador en Madrid.

Si comprensible –y peligroso los intereses energéticos nacionales en un momento tan crítico– es el enfado argelino, lo que no tiene explicación es la cálida y afectuosa bienvenida que el presidente de Ceuta, el popular Juan Jesús Vivas, ha dado a su "querido presidente" Sánchez este miércoles. Con su bochornoso servilismo, Vivas no ha hecho otra cosa que servir de valedor de las mentiras del socialista. Si se tiene presente que Vivas ya avergonzó a los votantes de su partido al no oponerse el año pasado a la antidemocrática iniciativa del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanos musulmán para que la Asamblea de Ceuta declarase persona non grata a Santiago Abascal, cabe augurar que acabe logrando que Vox dé el sorpasso al PP en la ciudad.

Finalmente, la más insidiosa de las mentiras del Ejecutivo socialista es la que pretende implicar a Felipe VI en el volantazo respecto del Sáhara. Basta leer los discursos del Rey para constatar que no hay ningún atisbo de su implicación en este asunto. Eso, por no recordar que, en democracia, a diferencia de los que sucede en Marruecos, "el monarca reina pero no gobierna".

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