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EDITORIAL

Un monumental error que exige un fulminante cese

Lo prioritario es que el ministro hubiese aclarado tamaña incompetencia, para, acto seguido, anunciarnos el cese de su más directo responsable.

No es creíble que uno solo de los abogados detenidos este miércoles, no por la comisión de delito de sangre alguno sino, presuntamente, por supervisar y ejecutar las órdenes de ETA en el interior de las cárceles, se hubiera dado a la fuga y pasado a la clandestinidad en el caso de que hubieran sido alertados de que iban a ser detenidos por orden del juez Eloy Velasco. En cambio, es seguro que habrían aprovechado esa información y ese tiempo preciosos para hacer desaparecer todo documento o prueba que acreditase su pertenencia a la organización terrorista y su función de correa de transmisión de la cúpula de la banda. Eso es, de hecho, lo que podrían estar haciendo en el momento de su detención, gracias a un monumental e inadmisible error del Ministerio del Interior, que no había tenido mejor ocurrencia que publicar un tuit y una nota de prensa anunciando las detenciones antes incluso de que los agentes operativos salieran del cuartel de La Salve de Bilbao hacia la calle Elcano número 20, donde se encuentra el despacho de abogados en el que los detenidos estaban reunidos.

Por mucho que Interior emitiera, minutos después, un comunicado que "anulaba a todos los efectos" la información enviada previamente, no es de extrañar que cuando los guardias civiles han entrado esgrimiendo la orden judicial en la sala de reuniones que era el escenario previsto para la operación no hubiese nadie y los ahora detenidos se encontrasen desperdigados por los despachos cerrando ordenadores y destruyendo pruebas. Una circunstancia que ha sido puesta en conocimiento del juez y del fiscal por la importancia que puede tener en el alcance de una operación que lleva siendo preparada desde el mes de septiembre.

Así las cosas, no se entiende a santo de qué el ministro del Interior ha comentado estas detenciones insistiendo en que el Gobierno "ni ha negociado, ni negocia ni va a negociar con ETA", y que se va a "seguir trabajando en el marco del Estado de Derecho con toda la fuerza de la ley". Con independencia del daño que haya podido ocasionar tamaña incompetencia, lo prioritario era que el ministro diera una explicación para, acto seguido, comunicar el nombre y el cese del más directo responsable.

Habida cuenta del escaso eco político y mediático que han tenido en el pasado algunas pifias del propio ministro del Interior dando información de operaciones policiales que hacían peligrar su éxito, no es esperable, desgraciadamente, que este nuevo y monumental error vaya a ser resuelto como es debido. Por no tener aun no tenemos explicación de la silenciada fuga de un sanguinario terrorista como Josu Ternera, quien, no se sabe si por incompetencia de Interior o por inconfesables imperativos del apaciguamiento, sigue sin ser detenido.

No vamos a dejar de denunciar este deprimente espectáculo, que alimenta la "soberbia" del entorno etarra, como ha dicho el obispo Munilla. Se obstaculiza con esperpénticas detenciones que las directrices que ETA lleguen a sus presos pero al mismo tiempo, y con la excusa de Estrasburgo, se va excarcelando a esos mismos presos sin que se les exija la menor muestra de arrepentimiento o propósito de enmienda y con total desprecio a la memoria, a la dignidad y la justicia de las víctimas del terrorismo.

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