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Emilio Campmany

Lo que no sabemos de Von der Leyen

Los medios tratan de evitar que Pedro Sánchez, que ha respaldado el nombramiento de alguien tan incompatible con el progresismo hispano, quede en evidencia.

Los medios tratan de evitar que Pedro Sánchez, que ha respaldado el nombramiento de alguien tan incompatible con el progresismo hispano, quede en evidencia.
Ursula von der Leyen, nueva presidenta de la Comisión Europea | EFE

Nos cuentan que, con un discurso europeísta, feminista, ecologista y progresista, Ursula von der Leyen ha sido finalmente elegida presidenta de la Comisión Europea gracias a la alianza de populares, socialistas y liberales. Es verdad, pero sólo a medias. Para conocer el alcance de la elección, hay que contar más cosas. Para empezar, el programa no será tan verde cuando los Verdes han votado en contra.

Pero hay más, y más importante.

No obstante el supuesto respaldo socialdemócrata, al nombramiento se opusieron los socialistas alemanes y franceses. Decir que los socialistas europeos han apoyado la elección de Von der Leyen sin destacar la ausencia de los de los dos países miembros más importantes no es muy riguroso. Sí votó a favor el resto de los socialistas, con los españoles a la cabeza, pero no por lo mucho que les ha convencido el discurso progresista de la candidata, como nos dicen, sino para garantizar el irrelevante nombramiento de Borrell como representante de la diplomacia europea. De haber rechazado el Parlamento a la candidata propuesta por el Consejo, los demás nombres incluidos en el acuerdo, incluido el del socialista español, habrían igualmente caído, por estar todos condicionados recíprocamente.

Pero si notable es la ausencia de respaldos que no nos terminan de contar, más importante aún es la de los apoyos sobre los que no se pone énfasis. La victoria de Von der Leyen no habría sido posible sin el voto favorable de los representantes de Ley y Justicia, el partido que gobierna Polonia, y al que el candidato socialista a presidir la comisión, Timmermans, puso en la picota con un injusto expediente por falta de respeto al Estado de Derecho. ¿Y cómo es posible que los liberales de Macron, a quien tanta urticaria da Vox, votaran junto con Ley y Justicia, partido con tantas cosas en común con el de Santi Abascal? Pues porque a Macron le interesa proteger el nombramiento de la francesa Christine Lagarde como presidenta del Banco Central Europeo. O sea, lo mismo que Sánchez, sólo que el cargo de Lagarde sí es importante y el de Borrell, no.

También nos dicen que el Parlamento Europeo ha elegido como presidenta de la Comisión a la ministra de Defensa alemana. Pero no nos recuerdan que también fue ministra de Familia, ni nos explican la clase de políticas que impulsó cuando ostentó este cargo. ¿No es posible que esto haya sido clave en el voto de Ley y Justicia? ¿No será que Von der Leyen, además de un programa progresista, tiene también para las familias europeas otro del gusto del Gobierno polaco?

Estas omisiones no son fruto de la desidia o la incompetencia. Con ellas, los medios tratan de evitar que Pedro Sánchez, que ha respaldado el nombramiento de alguien tan incompatible con el progresismo hispano, quede en evidencia. Y aquí los grandes medios de comunicación prefieren quedarse sordos y mudos antes que dejar mal al jefe.

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