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LA MARIÑA

La otra costa de Galicia

La Mariña parece una costa dormida, inalterada y todavía fiel a muchas de las costumbres tan características de los lugares de veraneo sin agobios

La Mariña parece una costa dormida, inalterada y todavía fiel a muchas de las costumbres tan características de los lugares de veraneo sin agobios
Playa de las Catedrales.
En estos días de debate parece feo decir que los límites provinciales sólo existen en los mapas. Sin embargo, hay veces que es muy fácil comprobarlo en el paisaje de la cordillera cantábrica, donde las montañas y valles asturianos se adentran por el norte de Galicia sin entender de fronteras. Sólo si hablamos con la gente comenzamos a notar ese inconfundible acento gallego que nos lleva a pensar que estas rías y playas intimistas, estos acantilados y repechos forman parte de la costa norte de Lugo. Es una de las comarcas menos conocidas de Galicia: La Mariña.
 
Lejos del ajetreo industrial y turístico de las grandes rías de Coruña y Pontevedra, La Mariña parece una costa dormida, inalterada y todavía fiel a muchas de las costumbres tan características de los lugares de veraneo o fines de semana sin agobios. La comarca es eminentemente costera y se extiende desde Ribadeo, casi en el límite con Asturias, hasta Estaca de Bares, donde las leyendas ya comparten hábitat con los parques eólicos.
 
En los días de invierno hay pocos turistas que se acerquen a estos escenarios, playas solitarias y pueblos de pescadores. Es ahora, fuera de la estación turística, cuando se puede sentir en La Mariña esa atmósfera tan gallega de leyendas de meigas, de mercados locales donde se intercambian productos –pero también historias y chismes– y de buena empanada que rezuma berberechos, con una calidad casi milagrosa en los tiempos que corren.
 
"A Mariña", como se promociona ahora, engloba catorce pueblos, entre el mar y la montaña, de los cuales la mitad están justo en la costa, junto a un
mar que no ha sido todavía domesticado del todo y que impone respeto:
Ribadeo, Barreiros, Foz, Cervo, Xove, Viveiro y O Vicedo. A Ribadeo, puerta de la comarca, se llega desde Lugo siguiendo el curso del Eo, famoso por la excepcional calidad de sus salmones, según los entendidos.
 
Plaza Mayor de Ribadeo.Ribadeo fue un activo puerto comercial al que llegaron, en otros tiempos más prósperos, mercancías de Europa y la India. Aún conserva orgullosa signos de la historia: sus calles antiguas, los muelles de Porcillán, la casa de O Patín, donde el siglo pasado se instaló la Escuela Naútica, la Aduana Vella o el Pazo de los Ibáñez, que hoy es Casa Consistorial pero que antes fue residencia del Marqués de Sargadelos, un nombre muy conocido por los amantes de la cerámica.
 
Un buen paseo hasta la Isla Pancha, desde donde se señaliza a los barcos, es el mejor camino para entrar en el puerto. También merece la pena visitar Meirengos.
 
Por los pueblos de Reinante, A Devesa, San Miguel y San Cosme... se llega a Foz, una de las villas turísticas más importantes de la región, con playas muy populares, como la de A Rapadoira, o las cercanas de Ias, Paixás y Porto del Río. Sin olvidar, claro, la famosísima de las Catedrales.
 
Burela, Sargadelos –allí donde el marqués del mismo nombre hizo popular la brillante cerámica en tonos azulados, los mismos del vecino Cantábrico– y Xove nos arrastran a Viveiro, la ciudad más importante de La Mariña, en todos los sentidos. Sus puertas medievales nos dan la bienvenida. Fueron seis en otros tiempos, de las que ahora se conservan tres: la Porta da Ponte Maior (plateresca, de 1548), la Porta do Valado (del siglo XII, que daba entrada desde la antigua calzada romana) y la Porta da Vila, la principal. En el interior se guarda el alma de todo un pueblo.
 
 
Dónde dormir
– Parador de Turismo. Amador de Fernández, 7. Teléfono: 982 128 8 25. Ribadeo. Un emplazamiento perfecto en la desembocadura del Eo.
– Pazo da Trave. Galdo, s/n. Teléfono: 982 598 163. Viveiro. Un pequeño hotel pionero en la zona y con un buen restaurante. Diecinueve habitaciones.
– Finca Galea. Teléfono: 982 55 83 23. Castro de Ouro. Un sitio mágico, con el agua como protagonista. Este pazo que parece un sueño. Cinco habitaciones. Cincuenta euros por habitación.
 
Dónde comer
– La Villa. San Julián, 18. Villaframil. Ribadeo. Teléfono:982 123 001. Nuevos aires y alta calidad.
– Restaurante Nito. Playa de Area, 1. Teléfono: 982 560 987. A 3 kilómetros de Vivero. Dicen que es el mejor de la población. Agradable y con platos clásicos con toques de modernidad. Palometa y almejas son mi elección.
 
Más información
Oficinas de Información Turística de Ribadeo (Plaza de España. Teléfono: 982 128 689).
www.concellodefoz.org
www.ribadeo.org
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