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Guillermo Dupuy

Cebrián, Guerra y el artículo 155

Rajoy sigue instalado en "una complaciente espera bajo la creencia de que las cosas se arreglarán solas, postura cómoda e irresponsable".

Rajoy sigue instalado en "una complaciente espera bajo la creencia de que las cosas se arreglarán solas, postura cómoda e irresponsable".
EFE

Dice Pablo Montesinos que "Rajoy negociará con Puigdemont sobre partidas económicas pero no permitirá el referéndum"; lo que traducido significa lo mismo que con la ilegal consulta secesionista del 9-N: que, a pesar de que no iba a permitirla, el Gobierno de Rajoy, a través del FLA, negoció y brindó ayuda financiera extraordinaria a la administración autonómica en rebeldía para que cubriera los agujeros que el procés estaba dejando en materia de gasto farmacéutico, educación e infraestructuras.

Y es que si, con tal de evitarse "el lío" de suspender la autonomía catalana, Rajoy permite nuevamente que los separatistas perpetren otra ilegal consulta secesionista, el presidente del Gobierno no va a tener otra opción que seguir financiando de forma extraordinaria a la Administración en rebeldía a fin de evitarse "el lío" de la suspensión de pagos a la que le arrastra la gestión de los nacionalistas y el costosísimo proceso de construcción nacional.

Así las cosas, el Gobierno del PP sigue instalado, como bien ha dicho Alfonso Guerra, en "una complaciente espera bajo la creencia de que las cosas se arreglarán solas, postura cómoda e irresponsable".

No es que Alfonso Guerra sea santo de mi devoción, precisamente, pero lo cierto es que, con lo de la "cómoda irresponsabilidad" de Rajoy, lo ha clavado. Es la misma comodidad e irresponsabilidad, no obstante, que al propio Guerra le llevó a votar con su partido, en tiempos de Zapatero, a favor del inconstitucional estatuto soberanista de Cataluña; la misma irresponsabilidad que anida en su partido por no pedir al Gobierno de Rajoy la aplicación del artículo 155, tal y como el exdiputado socialista sostiene y reclama ahora.

Otro tanto podríamos decir de Juan Luis Cebrián, quien ahora se muestra partidario de que Artur Mas vaya a la cárcel por el 9-N o de que el Gobierno de Rajoy suspenda la autonomía de Cataluña, también en aplicación del artículo 155 de nuestra Carta Magna. No puedo estar más de acuerdo con el presidente del Grupo Prisa al denunciar la "inacción del Gobierno" y la renuencia de Rajoy "a afrontar el desafío" y a "ejercer su poder para hacer cumplir la ley". O al señalar la conveniencia de la aplicación del artículo 155 para que "el debate ya no sea cuándo van a lograr la independencia sino cuándo van a recuperar la autonomía".

Fantástico, Cebrián. Lo único que cabe preguntar al presidente de Prisa es por qué ningún medio de comunicación de su grupo ha hecho editoriales denunciando lo que ahora denuncia de Rajoy en la entrevista que este lunes le hace El Mundo. Porque lo cierto es que los medios de Prisa, y el ABC, y El Mundo, y La Razón, jamás han criticado editorialmente a Rajoy por no cumplir su deber de hacer cumplir la ley en Cataluña. Y lo cierto es que tampoco se lo han reprochado al presidente del Gobierno el PSOE, Ciudadanos, Podemos ni ningún partido con representación parlamentaria. Y es que, desengañémonos, la postura "cómoda e irresponsable" de Rajoy que denunciaba Guerra tiene tantos partidarios entre nuestros políticos y medios de comunicación como detractores tiene la suspensión de la Administración autonómica catalana, por muy en manos que esté de unos golpistas.

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