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Guillermo Dupuy

El preocupante 'Podemos' de Arriola

No habrá mayor triunfo para la degeneración del statu quo que el que nos sintamos obligados a renunciar a la regeneración por temor a la revolución.

A pesar de la histórica pérdida de votos y de escaños que ha tenido el PP en estas elecciones europeas, nada augura que el envilecido partido de Rajoy vaya a dejar de representar la continuidad del zapaterismo bajo unas siglas que todavía tantos identifican, erradamente, con el centro-derecha. Lo más preocupante, sin embargo, es que tampoco nada augura que las próximas elecciones vayan a desbancar del poder a esta estafa al electorado liberal-conservador de nuestro país, circunstancia sin la cual es de ilusos, lamentablemente, esperar una catarsis regeneradora en este partido.

Si el batacazo del PP ha sido grande, mayor aun ha sido el del PSOE. Rajoy se puede jactar de un logro nada desdeñable: España es el único país donde ha ganado el partido que gobierna, junto con Alemania e Italia. Además, no por banal deja de ser lamentablemente cierto que el descontento hacia los grandes partidos se expresa con mucha menos fuerza cuando se trata de elecciones distintas a las europeas.

A lo anterior hay que sumar el temor a que la radicalización de la izquierda, el coco de la llegada de un Frente Popular, sea utilizado para convencer al tradicional electorado del PP que ahora se ha abstenido, o ha votado a Vox, Ciudadanos o UPyD, que vuelva a votar, aun con la nariz tapada, a ese prostíbulo ideológico que algunos aun se empeñan en llamar "la casa común de la derecha". Me temo que esa fatal percepción de la corrupción ideológica del PP como supuesto mal menor será además reforzada por el empeño autodestructivo del regeneracionismo de presentarse en tres candidaturas separadas. Si esto ya le ha costado caro al regeneracionismo en estas elecciones europeas, mucho más le va a cobrar la fórmula D'Hondt cuando se presente a unos comicios que ya no serán de circunscripción única.

Quienes estamos más preocupados por la continuidad del zapaterismo bajo las siglas del PP que por su pérdida del poder o que por la entrada en escena de una formación como la que lidera Pablo Iglesias debemos contribuir a que Arriola no se salga con la suya. Y es que no habrá mayor triunfo para la degeneración del statu quo que el que nos sintamos obligados a renunciar a la regeneración por temor a la revolución.

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