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FIGURAS DE PAPEL

Un continente literario

¿Elías Canetti? Fino de alma y corpulento de idea, es el gran escritor de la tradición mitteleuropea. En 1981 fue galardonado con el Nobel literario, en uno de esos aciertos no siempre habituales en la academia sueca. Y bien, coincidiendo con el centenario de su nacimiento, tenemos en lengua española este reciente tomo de sus memorias: Fiesta bajo las bombas, cuyo subtítulo es Los años ingleses.

¿Elías Canetti? Fino de alma y corpulento de idea, es el gran escritor de la tradición mitteleuropea. En 1981 fue galardonado con el Nobel literario, en uno de esos aciertos no siempre habituales en la academia sueca. Y bien, coincidiendo con el centenario de su nacimiento, tenemos en lengua española este reciente tomo de sus memorias: Fiesta bajo las bombas, cuyo subtítulo es Los años ingleses.
Los bombardeos nazis dejaron Londres devastado.
Ciudadano del mundo, Canetti nació en Bulgaria en 1905, hijo de padres sefardíes. Utilizaba pasaporte inglés, residía habitualmente en Suiza, escribía en alemán. Si la patria es la lengua, como decía Joseph Brodsky, poeta y premio Nobel, entonces Canetti era alemán.
 
Como no pocos científicos, Elías Canetti acabó en la literatura. En sus inicios, en la década del 30, había buscado edificar "la condición humana de la locura", a través de una trilogía novelesca que, al cabo, terminó en una sola obra: Auto de fe. Thomas Mann elogió abiertamente esta novela, destacando en ella su imaginación y, de manera especial, la grandiosidad de su estructura literaria.
 
Pero el escritor abandonó la ficción para dedicar todos sus esfuerzos a una obra memorable. Me refiero a Masa y poder. Es, digamos, una casi monstruosa indagación en esos dos fenómenos, que están profundamente analizados a través del estudio de los mitos y de la historia de la humanidad. Luego tenemos sus libros de ensayos; ellos son su andadura natural. Títulos como La lengua absuelta, La antorcha al oído y sus ensayos de La conciencia de las palabras, entre otros. Bien, a la serie memorialista, ahora, debemos agregar este volumen aparecido póstumamente (Canetti falleció en 1994): Fiesta bajo las bombas.
 
Elías Canetti.El libro es de una flagrante inteligencia. En sus páginas reproduce, de manera aguda y con estilo elegante y sutil, los duros años de la guerra en Londres. Si bien llegó a Inglaterra en 1939, cabe señalar que permaneció allí hasta 1988. De todos modos, estos apuntes, estos recuerdos, se centran exclusivamente en aquellos años dolorosos, sobre la base de retratos de la sociedad y de personajes significativos del mundo social, político y cultural. Abunda en sagaces observaciones sobre las costumbres inglesas, que a veces solían desconcertarle. Por ejemplo, señala que, durante esos años de la guerra, quienes sentían mayor temor eran los inmigrantes; en los ingleses era casi nulo.
 
Fiesta bajo las bombas, vasto y rico, pinta a figuras con agudeza y sensibilidad. Desdeñaba, Canetti, al poeta y premio Nobel T. S. Eliot, y sobre él escribe estas severas palabras: "No soy capaz de escribir con el lápiz el nombre de Eliot sin verme impelido a denostarlo...". Comenta que, en su madurez, Eliot se dedicó a escribir obras de teatro, con cuyas representaciones ganaba dinero, y "nunca ocultó que era ése su objetivo".
 
Muy diferente, en cambio, le resultó Bertrand Russell. Lo ve, pinta así: "Un hombre muy bajito, que a pesar de su edad se mantenía muy erguido, con su rostro totalmente espiritualizado". Y agrega este detalle revelador: "Su inglés era coloquial, como el de un caballero muy culto del siglo XVIII, hablaba como Horace Walpole escribía en sus cartas". Si bien pertenecía a la aristocracia, Russell desdeñaba llevar su título ducal. Le vio en diversas oportunidades, y en fiestas donde estaba presente la crema del mundo intelectual y político londinense. Este tipo de reuniones da lugar a observaciones como ésta: las mujeres de la clase alta inglesa eran realmente hermosas. Y agrega que ya le habían llamado la atención a Dostoievski, cien años atrás, cuando había estado en Londres y notó lo bellas que eran.
 
También nos encontramos con Arthur Waley y sus intereses polifacéticos; con la novelista Iris Murdoch (con quien tuvo intensas relaciones); con el escultor Henry Moore y el coleccionista Roland Penrose. Y, en fin, con Oscar Kokoschka en sus días difíciles en Londres, Anna Mahler y, en fin, Veza Canetti, con quien se casaría y a quien dedicó sus libros.
 
Estas memorias, fragmentos de vida en Londres bajo las bombas, constituyen un documento valioso por su vuelo y contenido.
 
 
Elías Canetti, Fiesta bajo las bombas. Galaxia Gutenberg, 2005. 270 páginas.
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