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Pedro de Tena

El jubilado Griñán o la renovación

Sucedió a Chaves, sin primarias ni nada, y al poco tiempo le arañó la cara el 'EREgate', que le sigue persiguiendo sin descanso. Se puso de parte de la falda de Zapatero y ahora va y gana el congreso Rubalcaba. Qué carrerón

Sucedió a Chaves, sin primarias ni nada, y al poco tiempo le arañó la cara el 'EREgate', que le sigue persiguiendo sin descanso. Se puso de parte de la falda de Zapatero y ahora va y gana el congreso Rubalcaba. Qué carrerón

Ni en sus peores pesadillas, José Antonio Griñán pudo prever el destino cruel que le preparaba la historia. Nacido el 7 de junio de 1946, Griñán, de no dedicarse a la política, sería realmente un pensionista. En junio de este año cumplirá 66 años. Que el PSOE andaluz presente como candidato a la presidencia de la Junta a este jubilado de oro explica con mayor claridad que el mejor de los discursos es el afán de renovación de aquel socialismo que nació en Suresnes y que ayer se resistió a morir. Inicialmente, un técnico procedente de familia ultraconservadora, franquista-falangista, fue derivando hacia el socialismo hasta incorporarse a la Junta de Andalucía, muy especialmente, en el área sanitaria aunque era, profesionalmente, Inspector de Trabajo. De ahí, y poco a poco, llegó a ser viceconsejero de la Junta, consejero, ministro, otra vez consejero y finalmente, Presidente de la Junta. Ayer fue elegido presidente del PSOE, como dicen en Cádiz, de "cagalástima", como concesión de Rubalcaba el victorioso a Chacón la perderiosa, que podría haber dicho Borges. (Viñeta cedida por Canalsú, Andalucía Imparable)

No ha sido Griñán un hombre afortunado en la política española. Cuando fue ministro de Trabajo y Seguridad Social los sindicatos "amigos" le hicieron una huelga general por reducir el seguro de desempleo, entre otras cosas, y bajo su mandato, en 1995 y 1996, España llegó a más del 23 por ciento de tasa de paro mientras que en Andalucía se superaba el 33 por ciento. Y no se olvide cómo dejó la caja de las pensiones, con un agujero de 500.000 millones. Ahora, nuevamente, bajo su mandato presidencial, Andalucía roza de nuevo el 33 por ciento de paro y alcanza el récord absoluto de parados de su historia. Aunque tiene fama de tecnócrata, parece atraer sobre sí las desgracias laborales de España y Andalucía. Pero es sobre todo su última etapa de líder del PSOE andaluz, la que le convierte en candidato a gafe oficial de España. 

Sucedió a Chaves, sin primarias ni nada, y al poco tiempo le arañó la cara el EREgate, que le sigue persiguiendo sin descanso. Luego le mordieron escándalos sucesivos que fueron trasquilando su guardia personal y finalmente, se alió con Rodríguez Zapatero, para ser su virrey en el Sur. Pero claro, Zapatero se pegó un batacazo de época y al "probe" Griñán se le rebeló el partido dando un espectáculo precongresual que limita el horizonte moral, y electoral, del PSOE andaluz. Se puso de parte de la falda de Zapatero y ahora va y gana el congreso socialista su adversario Rubalcaba, al que aplaudían un Chaves, un Felipe, un Zarrías y un Viera con ganas de ajuste de cuentas para marzo, cuando pierda las elecciones andaluzas. Qué carrerón si fuese por mayoría absoluta.

Menos mal que Rubalcaba el compasivo le ha hecho presidente del PSOE. Cosas de la jubilación anticipada.

 

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