Durán "Mano negra"

El día anda escaso. No hay apenas rumores dignos de tal nombre. No lo es que Pimentel haya encontrado, por fin, su día para formalizar lo que todo el mundo sabía. Que le vaya bien. Si ha esperado y se ha ido solo, se deduce que nadie le ha acompañado. Adiós, ya era hora. ¿Dónde irá este otro nombramiento errado de Aznar y Arenas? A los coros de Tusell, sin duda.

Miguel Durán es la “mano negra” que obscurece la gestión de los actuales directivos de la ONCE. Eso es, al menos, según El Confidencial, lo que dicen estos. Arroyo acusa al que antaño ocupó su lugar, y otros muchos puestos –por alguno de las cuales, caso Tele 5, anda pendiente todavía de los tribunales–, de ser la mano que mece la cuna o la barca en la que aspiran a seguir remando tras las próximas elecciones. Se supone que lo que quiere decir es que Durán es la garganta profunda de la revista Capital, que lleva varios meses lanzando piedras, alguna de gran volumen contra la gestión de Arroyo. Durán impulsa una plataforma llamada PUEDO (Plataforma Unitaria de Encuentro para la Democratización de la ONCE) que aspira a hundir y sustituir a la UP (Unidad Progresista), en la que antaño estuvo Durán, de Arroyo y compañía, que ahora gestiona la Organización Nacional de Ciegos.

Esta institución, fundada en los primeros años del franquismo, a la que el Estado hizo y mantiene concesiones de su monopolio de los juegos de azar, y de determinados servicios asistenciales a cambio, anda desde hace tiempo entre Escila y Caribdis. Guarda algún parentesco, y distancia también, claro, con las federaciones deportivas. Son instituciones que aspiran a disfrutar de lo mejor de lo público y de lo privado para gestionar negocios sin competencia, regidos por personas elegidas por unos mecanismos muy escasamente democráticos y mediante unas reglas que todo el mundo piensa que son mejorables, aunque nadie acierte a saber muy bien cuáles, cuándo y cómo introducirlas para minimizar los estropicios colaterales. Cuantos menos focos atraigan sobre ellas, mejor para ellos, pero si hay corrupción, que se denuncie, aunque sea la mano negra. "No me llames iluso..."

Ono denuncia a Sogecable ante Competencia por el cine, informa La Gaceta de los Negocios. La denuncia contra Sogecable la ha planteado Eugenio Galdón ante el Servicio de Defensa de la Competencia por los contratos de exclusiva que tiene con los siete grandes estudios norteamericanos, alguno hasta 2008. Según Ono, esto impide a otros operadores de televisión "el acceso a contenidos clave para configurar una oferta atractiva de televisión de pago". La decisión dependerá en buena medida de lo que decida el servicio europeo que encabeza Mario Monti, que abrió de oficio una investigación semejante por lo que ocurre en Francia. Más que, como dice La Gaceta, torpedear la fusión digital, se diría que lo que pretende Galdón es que le dejen un huequecito para hacer viable su chiringuito.

Quien no se entera de nada es Feito , anuncia el autor de un artículo de opinión en ABC. No es un debate económico, como alguno pudiera pensar por el título. Es una disputa entre pintores talluditos en torno a las injusticias que, presuntamente, la historia del arte contemporáneo ha cometido o comete con ellos. Vanidad de vanidades. El hiperrealista y brutote firmante, Cristóbal Toral, tiene abierta una exposición, acaba de publicar un libro y trata de llamar la atención sobre su mercancía. El dolido Feito es un fino y veterano abstracto que ha cometido la torpeza de contribuir a la promoción de los productos de Toral, el cual, a su manera, se lo agradece. Hotel Culture.


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