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Sergio Valentín

¿Y la búsqueda de la excelencia del Real Madrid? ¿Dónde está?

En el club no pueden estar conformes con algo que está pasando en cada vez más hogares madridistas: los aficionados se aburren.

En el club no pueden estar conformes con algo que está pasando en cada vez más hogares madridistas: los aficionados se aburren.
Sergio Ramos y Florentino Pérez. | Cordon Press

"El Real Madrid siempre busca la excelencia". Creo que no hace falta mencionar quien suele recurrir a esta frase tan simple pero oportuna para entender por qué el Real Madrid es el club más laureado de la historia. Por si alguno anda despistado, el autor de esta cita es Florentino Pérez, que ha logrado la excelencia económica año tras año, incluso en este horroroso 2020 donde solo hay que fijarse en el Barcelona para saber en qué caos financiero podría vivir el Madrid con otro presidente. Sin embargo, en el terreno de juego el Real Madrid está muy lejos de la excelencia. No está dando pasos para volver a tocar techo, está dando pasos pero como los cangrejos, para atrás. Hay aficionados que se conforman con ganar pero esa no es la excelencia de la que hace gala Florentino Pérez. En el club no pueden estar conformes con algo que está pasando en cada vez más hogares madridistas: los aficionados se aburren.

¿Recuerdan cuándo fue la última vez que disfrutaron del fútbol del Real Madrid? ¿Un partido completo del que salieran plenamente satisfechos? La plantilla, es innegable, ha ido perdiendo calidad, pero aun así Zidane tiene ingredientes suficientes para sacar un plato que no cumpla con el mínimo y deje con buen regusto a sus comensales, aunque sea muy de vez en cuando. La derrota ante el Cádiz fue una excepción numérica tras 15 encuentros sin perder en LaLiga pero la sensación de equipo plano y sin ideas empieza a ser repetitiva como un plato de lentejas.

El descenso de fútbol en la gráfica del Real Madrid toco fondo este pasado fin de semana donde Zidane, por otro lado, solo hizo de Zidane. No hizo nada diferente a lo anterior. Tras el periodo de encuentros internacionales, tiró del bloque de futbolistas que se quedaron en Valdebebas y formó un equipo con cinco jugadores del denominado “Plan B”. Hace cuatro años esa fórmula le dio resultado con una plantilla parecida pero eso precisamente, que es una plantilla parecida, es el problema. Que Marcelo, Nacho, Isco o Lucas decepcionaran no sorprende a nadie. Sí sorprende que Zidane siga teniendo fe en una serie de futbolistas que continúan en el Real Madrid por la pandemia y por una serie de decisiones que están retrasando más de lo debido y que pueden derivar en una complicada revolución como la que ha tenido que lidiar Bartoméu este verano. Reguilón en lugar de Marcelo. Archaf por Nacho. Ceballos por Isco y James, el chollo de la Premier League, por Lucas. ¿Mejoran o no el “Plan B”? Pues todos eran propiedad del Real Madrid hace unas semanas y por cierto, Marcelo e Isco ya fueron señalados por Solari en su día y justo en el caso de estos dos jugadores, no fue precisamente porque les faltará calidad.

Ante el Cádiz si bien es cierto que se juntó todo. Una alineación descompensada sin Casemiro y Valverde, jugadores que ya no dan la talla y otros que sí pero que no tuvieron su día, como fue el caso de Kroos, Modric o Vinicius y, lo más preocupante, falta de orgullo o de actitud. Tiene que ser eso porque el Cádiz pudo irse al descanso con un resultado histórico. Pero si horrorosa fue la primera parte, la segunda fue decepcionante. De esas que te deja totalmente frio por el futuro que puede uno intuir. Ni con cuatro cambios, algo que nunca había hecho Zidane, el Madrid dio la sensación de que fuera a remontar el partido, ya fuera por fútbol o ímpetu. Ya sucedió algo similar hace un año cuando perdieron ante el Mallorca. Fue un antes y después para Zidane que dejó de contar con varios de los jugadores y para el equipo que cambio de dinámica.

Lo más probable es que no vuelvan a dar una imagen tan mala en toda la temporada y que al igual que el Barcelona, vayan a pelear por LaLiga por muy mal que lo hagan pero la realidad es que el Real Madrid ya no da miedo en España y ni mucho menos en Europa. Lleva dos temporadas sin pelear por la Champions League y salvo sorpresa mayúscula, hasta los jugadores saben que no les dará tampoco para competir este año y esta es la mayor prueba de que el Real Madrid ha dejado de buscar la excelencia.

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