
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha instalado cámaras que detectan si un vehículo pisa la línea continua. Este nuevo sistema funciona mediante una visión artificial, capaz de identificar con exactitud a los coches que cometen esta infracción de tráfico. El objetivo principal es reducir la tasa de siniestralidad, disminuyendo así los heridos y los fallecidos en carretera.
La instalación de este sistema —con doble cámara y lector automático de matrículas— se ha llevado a cabo únicamente en la Comunidad de Madrid. Sin embargo, aunque este modelo se encuentra aún en período de prueba, la DGT ha mencionado que tiene la intención de trasladar esta propuesta de seguridad vial al resto del país. No obstante, todavía no se ha concretado una fecha sobre cuándo se aplicará esta medida.
Cómo funciona
Este sistema utiliza cámaras automáticas que identifican la invasión de líneas continuas en zonas de riesgo. Para ello, se han instalado en ubicaciones estratégicas, como los accesos a vías rápidas. La función de este modelo de vigilancia es registrar la maniobra y capturar la matrícula del vehículo. Gracias a la visión artificial, el análisis de la infracción se realiza sin intervención humana directa. Por tanto, cuando la falta queda confirmada, se emite automáticamente una sanción económica.
Dónde se han instalado las cámaras
Por ahora, existen un total de cuatro cámaras situadas en estos puntos de las carreteras de Madrid:
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En la A-1: en el kilómetro 15,9 —conocida como Autovía del Norte—, en dirección decreciente, se encuentra un punto de vigilancia cercano a Alcobendas. Esta ubicación estratégica permite controlar el flujo vehicular en una de las vías principales hacia Madrid.
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En la A-2: específicamente en el kilómetro 11,8 y en sentido decreciente, se ha instalado un sistema de control próximo al Aeropuerto de Barajas. Esta zona es crucial debido a la gran afluencia de vehículos que acceden y salen del aeropuerto.
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En la A-42: después de pasar el municipio de Getafe, en el kilómetro 16,9, se localiza otro punto de supervisión. Este tramo registra un tráfico elevado, lo que justifica la presencia de vigilancia para garantizar el cumplimiento de las normas.
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En la A-6: a la altura del kilómetro 20,2 y en sentido decreciente, muy cerca de Las Rozas, se sitúa un dispositivo de control. La cercanía a esta zona residencial demanda una vigilancia constante para mantener la seguridad vial.
Sanciones
La invasión de una línea continua está considerada una infracción grave, según el artículo 168 del Reglamento General de Circulación. En este caso, la sanción consiste en una multa económica de 200 euros. No conlleva retirada de puntos del carnet, aunque la infracción queda registrada. Este tipo de control busca mejorar la seguridad en zonas conflictivas. Su aplicación está regulada por normativa vigente y sistemas automáticos de detección.


