
El último marino ex combatiente que quedaba vivo de la I Guerra Mundial, Claude Stanley Choules, falleció el jueves 5 de mayo en Perth, Australia, a los 110 años de edad.
Nacido el 3 de marzo de 1.901 en Wyre Piddle, cerca de Pershore (Inglaterra), Choules se alistó en la Marina Real Británica en 1.916, y sirvió en activo a bordo del Navío de Entrenamiento Naval HMS Circe, situado en Plymouth. Un año después, el joven se unió a la tripulación del HMS Revenge, que era el buque insignia del Primer Escuadrón de Batalla. Mientras se encontraba en servicio, fue testigo de la rendición en 1.918 de la Armada Imperial Alemana en el fiordo de Forth.
En 1.926 emigró a Australia, en cuyas fuerzas armadas sirvió durante 41 años. Durante la II Guerra Mundial, sirvió como Oficial de Manejo de Torpedos en Fremantle, así como Oficial en Jefe de Demoliciones. En 2.009, Choules publicó El último de los últimos, un libro de memorias.
Después de la muerte de Choules casi un siglo después del final de la contienda bélica, ya no quedan más combatientes vivos, aunque sí una mujer, la británica Florence Green, empleada como camarera en una base de la Fuerza Aérea del Reino Unido.
