"Legalizado el partido de ETA", dice dolido El Mundo. ¿No sería más bien otro partido de ETA? Porque ya van tres, deberían estar acostumbrados. Pero qué va. Pedro J. dice que el fallo es un "retroceso a la situación anterior a la ley de partidos y no puede desvincularse del alto el fuego". Y no deja escapar al Gobierno, cuya actitud haciéndose el remolón para renovar ya el TC es "cuanto menos, ambigua y sospechosa". Mientras, "como es lógico, las asociaciones de víctimas han considerado vergonzosa la legalización" y Batasuna da saltos de contento. "Pernando Barrena fue claro: ‘Hoy Sortu, mañana presos vascos a casa’". Victoria Prego se centra en la ponente Elisa Pérez Vera para desahogar su indignación. "Solamente los ingenuos o los hipócritas pueden sostener que es pura casualidad que le caigan a ella en el reparto la redacción de los borradores de sentencias más peliagudos y más cargados de intereses políticos (...) Por eso es lamentable tener que decirlo así, ésta tiene todo el aspecto de ser una sentencia de encargo". Pero qué mal pensada eres, Victoria.
El País viene con cachondeíto. "El Constitucional legaliza Sortu pero le exige respeto a las víctimas" y un "catálogo de conductas". Las víctimas estarán encantadas, seguro. Aizpeola toca el cielo. El comportamiento ejemplar de los partidos del entorno de ETA (Bildu, Amaiur) en el periodo de prácticas "ha confirmado su apuesta por la normalidad política", así que ahora "se daban todas las condiciones, legales y políticas, para que Sortu fuera legal. Con la legalización culmina el cumplimiento de un antiguo sueño mayoritario en el País Vasco en los años de plomo: el de que ETA desapareciera y el independentismo defendiera sus ideas legalmente. Este sueño culmina hoy con la legalización de la izquierda abertzale". Venga, Aizpeo, sécate las lagrimitas de emoción y cuidado, que con estos nunca se sabe. El editorial dice que "habrá quien se lamente de que la democracia no haya sido mucho más exigente con la izquierda abertzale" –habrá, habrá- "y de que ésta adquiera el derecho a jugar plenamente en política sin haber reconocido antes el daño por ETA y no haberle exigido su disolución", pero no hay que ser tan tiquismiquis.
ABC pega duro. "El TC se rinde a los proetarras", titula sin cortarse. "Una gran mayoría de los ciudadanos considera un despropósito que se acepte como válida la condena formal de la violencia al margen de la sinceridad de las afirmaciones. En gramática parda, da igual que sea verdad o mentira su renuncia a la violencia", intenta explicar. Ignacio Camacho, sin embargo, aprecia el detallazo del TC. "Menos mal que los magistrados del TC han tenido la relativa delicadeza de no emitir su fallo por un día en el aniversario de la siniestra matanza de Hipercor". Si es que son de buena gente... Pero a Ignacio no le engañan. "Por muchas actas de diputado que atesoren, por mucho arrepentimiento de conveniencia que proclamen, por mucha lágrima de cocodrilo que viertan, quienes han derramado, comprendido, justificado o aprovechado la sangre de los inocentes jamás podrán ser más que unos indeseables".
La Razón cree que el TC ha dado "aire para ETA", pero que estaba cantado. "Era cuestión de tiempo lo que se consumó ayer sobre Sortu", aunque "no por esperada la resolución nos parece menos escandalosa (...) Seis magistrados han causado un grave daño al estado de Derecho con una sentencia política, que no jurídica".
Para La Gaceta, "el Constitucional blanquea a Sortu". Y eso que "no puede decirse en propiedad que Sortu sea ETA", precisan. Pero a lo que importa. "Tiene muchas posibilidades de llevarse el gato al agua" y ganar las elecciones vascas. Y la "culpa" es de la "errónea política de Patxi López, que se ha mimetizado con el nacionalismo y la izquierda abertzale" y se lo van a zampar.

