
El Gobierno de Pedro Sánchez ha vuelto a hacerle un favor más a Marruecos y a su rey, Mohamed VI. Desde ahora, los ciudadanos marroquíes y de otros países residentes en España podrán tramitar el carnet de conducir español sin necesidad de examen y sin pasar por la habitual cita previa, gracias al nuevo sistema digital implantado por la Dirección General de Tráfico (DGT). Aunque la medida se extiende a otros países, la comunidad marroquí será una de las principales beneficiadas.
La DGT, dependiente del Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska, ha puesto en marcha un sistema de canje digital de permisos de conducción para ciudadanos de terceros países con convenio bilateral con España, entre ellos, la ya mencionada Marruecos. El objetivo declarado es aliviar la saturación del sistema de citas presenciales, pero en la práctica, la nueva vía impulsada por el Ejecutivo abre la puerta a que miles de marroquíes accedan al carnet de conducir español mediante un procedimiento mucho más sencillo que antaño.
Hasta ahora, el canje de permisos extranjeros era uno de los trámites más complejos: exigía cita previa en las jefaturas provinciales, verificación internacional del permiso, reconocimiento médico, acreditación de residencia y, en el caso de licencias profesionales (camiones o autobuses), la superación de pruebas adicionales. Ahora, todo el proceso podrá iniciarse online, y solo será necesario acudir a Tráfico para entregar el carnet original y recoger una autorización provisional, mientras el carnet definitivo se recibe por correo postal.
Países beneficiados
Este nuevo procedimiento no se limita a Marruecos, pero el país magrebí figura entre los más destacados del convenio bilateral que permite el canje. Además de Marruecos, el sistema también beneficia a ciudadanos de: Argelia, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Filipinas, Georgia, Guatemala, Honduras, Macedonia, Moldavia, Nicaragua, Nueva Zelanda, Panamá, Paraguay, República Dominicana, Serbia, Túnez y Turquía.
Para estos países, el sistema exige primero una verificación electrónica del permiso con la autoridad de origen. Solo cuando el país confirma la validez del documento, el solicitante recibe un correo con el visto bueno para continuar el trámite. En caso de rechazo, el proceso queda anulado.
Este nuevo plan de la DGT impulsado por el Gobierno de Pedro Sánchez ha derivado en críticas. Y es que, la medida puede suponer una relajación en los controles sobre permisos extranjeros y facilitar un acceso desigual a derechos como el de conducir. También hay preocupación por el efecto llamada y por su posible impacto en el mercado laboral del transporte y la logística, donde el carnet B es clave para acceder a empleos de VTC o reparto.