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Camino: "El matrimonio civil es más leve que un contrato de telefonía móvil"

La Conferencia Episcopal dice que la unión religiosa es "una vez en la vida" y la civil puede ocurrir "cuatro veces en un año".

Henriks dijo el día 29 de Enero de 2011 a las 12:42:

Lo realmente indisoluble en España es ahora mismo el crédito hipotecario del ejecutado en un embargo, que no hay Santa Rota que lo rompa ni divorcio que te separe del Banco por malo que sea el trato...

jose_lui dijo el día 29 de Enero de 2011 a las 12:35:

Hay países como Israel que no tienen ninguna regulación civil del matrimonio. Los contratos civiles de convivencia, que regulan fundamentalmente el régimen económico y forman parte del rito matrimonial judío aunque pueden ser contraídos por cualquier pareja.
Allí se da, a pesar de lo que diga la prensa, una amplia multiculturalidad; hay ciudadanos israelíes judíos, cristianos, musulmanes, etc, de lengua hebrea, árabe, española o inglesa y que mandan a sus representantes al parlamento (Knésset) y son jueces o policías sin necesidad de ser judíos, si bien por razones históricas tienen limitaciones para acceder al ejército, pesada carga de tres años de servicio obligatorio para los varones y de fos para las mujeres.
Se discute en la actualidad en Israel si estos contratos pueden ser contraídos por personas del mismo sexo.
Me parece una intromisión del Estado en la vida privada cualquier regulación civil del mismo fuera de la regulación general de los contratos o del derecho de daños.
El código civil francés de Napoleón no hizo sino trascribir a su fría letra la regulación canónica.
La pomposidad de la ceremonia religiosa hace que en algunos países del Este de Europa como la República Checa, de larga tradición católica pero con un bajo número de fieles tras los 50 años de paraíso socialista que padecieron, la Iglesia ofrezca y alquile las iglesias para la celebración de matrimonios civiles.
En España, la legislación fiscal redefine los ingresos gananciales pasando por alto su definición civil. Hay parejas, casadas canónicamente y con desequilibrio de rentas, en particular de trabajo, a las que puede interesar fiscalmente el divorcio. Los alimentos a los hijos y la pensión compensatoria pueden ser fijados en el convenio de divorcio de forma que nivelen los niveles de renta de ambos y eviten la progresividad del impuesto. Los cónyuges pueden seguir conviviendo como pareja de hecho si bien su domicilio fiscal puede fijarlo uno de ellos en domicilio distinto. Como siempre la excesiva e inutil regulación que pretende resolver un supuesto problema creando tres no hace sino complicar la vida de los ciudadanos.
En el matrimonio canónico los ministros del matrimonio son los propios contrayentes y el clérigo que oficia es mero testigo de la Iglesia en la ceremonia, su papel es el mismo que el de un notario que autorizara un contrato civil de convivencia.

Caminant dijo el día 29 de Enero de 2011 a las 09:11:

La única manera que tiene el matrimonio católico de expandirse es por el ejemplo.Yo no me preocuparía por ser más o menos sino por ser mejores y amarse dentro de las dificultades como esposos.
Lo digo desde mi experiencia matrimonial de 31 años de casado.

Dumont dijo el día 29 de Enero de 2011 a las 00:50:

El matrimonio canónico protege la familia.

El civil es muy respetable pero lo que protege es los derechos de los conyuges. Es muy distinto.

Los que quieren dominar el mundo primero empiezan por desestructurar la sociedad. De ahí los ataques al matrimonio canónico.

Ya se que suena mal, pero es la verdad.

pacoquin dijo el día 29 de Enero de 2011 a las 00:40:

Cada término (palabra) corresponde a un concepto. Si a un contrato de alquiler lo llamamos a partir de ahora de compra-venta, no habrá manera de saber a qué concepto de los dos se refiere el término. Recuerdo que para estos nuevos contratos de convivencia entre personas del mismo sexo alguien apuntó en un comentario de prensa el término de “mariconio”. Ya sé que puede parecer “ofensivo” para algunas personas, pues nada: a buscar otro.
Estoy completamente a favor que cada cual formule el contrato de alquiler, compra-venta o convivencia con, cuando y con quien quiera. Igual me da que sea con fulano, fulana, la vaca Pepa o el oso Yogui (en estos dos últimos casos propongo yo “marizooonio”. De esta manera, al menos, tendríamos un término para cada concepto. Querer comparar el matrimonio con “lo otro” es como comparar el culo con las cuatro témporas (sí, va con “segundas”).
En cuanto al incremento del matrimonio civil respecto al católico ya lo dijo D. Ramón Gómez de la Serna: “Me caso, pero poco”.

Voronwe dijo el día 28 de Enero de 2011 a las 20:44:

Pues sí, posiblemete descasarse hoy sea más facil que darse de baja del teléfono pero también habría que mirar un poco para adentro en el tema de las Anulaciones Eclesiásticas. Algunas justificadas pero la mayoría bastante injustificadas.

hiphothe dijo el día 28 de Enero de 2011 a las 20:04:

¡Qué gracioso es este señor!

¡Dice que comparar el matrimonio civil es como comparar peras con manzanas pero él ni come peras ni come manzanas! ¿A qué viene que este señor defienda algo que él no usará ni practicará en su vida? ¿Defiende el negocio de las bodas, los cursillos y toda esa parafernalia para conseguir adeptos temporalmente?

Si según él es una opción tan de p. madre... pues deje que la gente haga lo que quiera y opte por lo que más le guste. ¿O es que echa en falta la obligación legal que conducía como borregos a los progenitores A y B a pasar por el altar?

Debería reconocer lo sórdido que ha ocurrido y sigue ocurriendo en muchos de esos matrimonios eclesiasticos a lo largo de los años y los sufrimientos padecidos, sobre todo por mujeres, con la complicidad del cura o el confesor de turno porque el "matrimonio era para toda la vida hasta que la muerte lo pusiera fin".

FloriaEm dijo el día 28 de Enero de 2011 a las 19:59:

Total mente de acurdo con Herbert... a lo que añadiría:

Si tanto le molesta a la jerarquía católica la deriva del matrimonio civil, mejor harían en desvincularse completamente del mismo, porque hasta ahora, que yo sepa, el matrimonio canónico tiene efectos civiles (ignoro si es posible evitarlos). Es mi criterio que la iglesia debería limitarse a administrar el sacramento... y que luego cada uno fuese libre de registrarlo o no.

Herbert dijo el día 28 de Enero de 2011 a las 19:14:

Pues a mí me parece que divorciarse tendría que ser todavía más fácil. El matrimonio civil debe ser considerado como cualquier otro contrato. Las partes deberían tener total libertad para elegir el modo en que desean comprometerse y por cuanto tiempo. Lo que las personas hagan y deshagan en sus vidas privadas NO ES asunto del estado.

Pero eso no es más que el matrimonio civil; poco más que un trámite que sirve para certificar una relación personal a efectos de sus consecuencias civiles (bienes, derechos, obligaciones...).

El MATRIMONIO, con mayúsculas, es más que eso. Tampoco le corresponde al estado meterse en este asunto, por mucho que pretenda reducir el MATRIMONIO a un mero contrato civil.

punt dijo el día 28 de Enero de 2011 a las 18:04:

Ciertamente, uno se puede casar hasta seis veces en un año, ya que la ley de divorcio express permite el divorcio con sólo dos meses de matrimonio.

El caso es que ahora vendrán los defensores de las ideologías degeneradas (ellos las llaman de género) a ladrar desde la altura del betún contra quien habla desde la razón y el sentido común, a un nivel infinitamente superior que el de la jauría.

Un saludo.