Sr. Embajador, se nota que solo lleva ud. tres semanas en lo que queda de España. Le ruego que se ponga ud. al dìa lo màs rapidamente posible. Quedarà sorprendido de còmo nos lo gastamos por aqui y por allì. Sin otro particular. Atte. Uno que no ve las cosas demasiado claras, porque tiene cataratas.
pero es que en el Reino Unido y en Somalia, no saben que la mayor parte del pueblo español es sumiso e inclina la rodilla ante el que viola los derechos de los demás, es un pueblo que dejó hace tiempo de saber lo gratificante que es conseguir objetivos a través del esfuerzo y el sacrificio.
A día de hoy, estoy seguro que ante una agresión exterior de otro país, una gran parte de la población española, renunciaría a responder y defenderse.
Resolución final del Loco de la Moncloa. Se utilizara el eufemismo de la palabra expulsión para poner en libertad a los piratilla y así salvar el culo delante de las familias de los secuestrados. O dicho en roman paladino; soltarána a los piratas y pagarán bajo cuerda importantisimas cantidades de dinero. Así resuelve el problema el que dicen es el presidente de España. ¿Y por que no apelará a la Alianza de Civilizaciones para resolver con talante y buenismo todo este lio?
Deberían hacer el intercambio y luego aniquilarlos, que un buzo les pegue un busco o algo parecido a la embarcación pirata y luego hagan un ataque con la fragata. Así de sencillo, ¿para qué tenemos ejército sino?
Como se nota que el señor embajador es un recién llegado... Ya se irá enterando de como funcionan las cosas por estas latitudes.
Francisco Velasco escribe:
ALAKRANA
El alacrán es depredador. El Alakrana, no. Todo lo contrario. Sus tripulantes están entre las pinzas de escorpiones, mitad piratas mitad corsarios.
La detención de dos de los delincuentes somalíes y su entrega a la Audiencia Nacional es otro asunto. Uno tiene la impresión de que su encarcelamiento ha podido manejarse como moneda de cambio. De ser así, el estratega se ha lucido. De una negociación por dinero se ha pasado a un intercambio de prisioneros.
En la red, seres humanos desvalidos. Más de un mes llevan sufriendo privación ilícita de libertad. Alguien pretende alegar que la bandera del barco no era la española para justificar la incalificable ineptitud del Gobierno de Zapatero. Majaderías. El barco nos importa un bledo. Los marineros son españoles y a todos nos afecta. A todos. Sin excepción. De la misma forma que en todos repercute la habilidad negociadora y la capacidad decisoria de nuestros gobernantes. Los paganos son, hoy, los marinos presos. Ayer, las víctimas de ETA. Mañana, a saber.
La extradición es la fórmula procesal a seguir. El problema, uno de ellos, es que España tiene jurisdicción y competencia para juzgarlos. El problema, otro de ellos, es que no existe Convenio con Somalia para extraditar a estos piratas. El problema, un tercero, es que la justicia española se ponga una venda, un vendaje momificado, y ceda la jurisdicción a Kenia y/o retire los cargos contra estos "hombres buenos" que sólo hacían turismo en alta mar. El problema, y van cuatro, es que se pueda alegar error de identificación y se revoque la orden de detención, aunque se ponga en evidencia a los marines captores. El problema, no hay quinto malo, es que en España falta un director de juego, tres defensas y unos cuantos delanteros; esta falta de equipo halla su plenitud en la ineptitud del entrenador y del seleccionador, preocupado por dar una imagen demagógica de paz y amor en este mundo de guerra y odio. El problema, y no llegaré al decálogo, es que España se ha convertido en un Estado títere en el concierto internacional y nuestro prestigio está más "chupao" que la pipa de un indio.
Uno se acuerda de Miguel Ángel Blanco. Recuerda este articulista las extorsiones que el estado español ha sufrido de los desvergonzados etarras. Viene a la memoria el sufrimiento de tantas y tantas familias. Sin embargo, este recuerdo no me impulsa a obrar con la firmeza del pasado. Muchas familias y muchos ciudadanos no entenderían un acto de esta índole. Se corre el riesgo de que, cedida la mayor, los actos de piratería se multipliquen. Habrá que correrlo. Por las buenas, buenas, hay que liberar a nuestros compatriotas. Ya llegará el momento de prevenir. De prever. De prospeccionar. De presentir.
Claro, que eso queda muy ancho para este gobierno de pepis. Pagaremos, liberaremos y, además, pondremos un pedestal a los piratas, por lo buenos que son y la humanidad que despliegan. La misma que ha caracterizado a los secuestradores de Ortega Lara. Hombres de paz. ¿Cuánto falta para las elecciones generales? Un mundo. O dos. El tiempo interminable.
Un saludo.
La jugada es simple: Entregas a los piratas, pagas el rescate y liberas a los rehenes. Al día siguiente les vuelas el culo a los piratas con un torpedo. Sin avisar.
El sujeto que ataca miserablemente al PP, a los católicos, a los que están a favor de la vida desde la concepción, a los que quieren educar en valores a sus hijos y no delegar este asunto en el gobierno de turno... Este sujeto, digo, que luego se arrastra, se baja los pantalones... frente a las dificultades que le surgen en el exterior: es literalmente BA-SU-RA política.
Y creo que se contagia, porque le siguen votando fielmente cerca de 11 millones de agradecidos.
¡Pues hasta ahí podríamos llegar! Tendríamos que decirle al Sr. Embajador de su no tan Graciosa Majestad, que los Expañoles somos gente recia que no se amilana ante nada y que no solo somos dueños de nuestros pantalones para bajárnoslos cuando nos plazca, sino que además ponemos la vaselina si las necesidades de la jugada lo requieren.
Ya echaba de menos yo la opinión de nuestros socios de la Unión. Parecía que en esta aventura vivamos aislados.Era lógico pensar que nuestro entorno occidental nos exigiese una solución que no redunde en perjuicio de los demás. Pero aquí eso no se ha barajado en ningún momento, y solo vamos a salvar la pelleja, al margen de los intereses comunitarios.
Mucha EUROPA y mucha foto de grupo, firmas, conmemoraciones y fiestas tribales , pero a la hora de la verdad vamos a la nuestra y de Europa solo esperamos ordeñarla pero no arrimar el hombro salvo para acoger en nuestro territorio a la mugre que viene a delinquir y que nadie quiere.