L D (EFE) Una masiva afluencia de público de todas las edades animada, sin duda, por el sol y el calor, acompañó a lo largo de todo el primer fin de semana de la Feria del Libro, a los más de 200 escritores que acudieron a su cita anual con los lectores en el madrileño paseo del Retiro.
Algunos en bicicleta o en patines, pero la mayoría paseando, los madrileños fueron acudían cada vez en mayor número, hasta ocasionar auténticas aglomeraciones en las zonas donde se estrechan los pasillos que separan las 377 casetas instaladas el parque. Una jornada en la que el director de la Feria, Antonio Albarrán, destacó que "los asistentes, llegados hasta aquí principalmente para pasear, se dejan contagiar por el ambiente cultural". Mucha expectación acaparó la intervención de Antonio Muñoz Molina, durante la presentación de la última obra del escritor peruano afincado en España, Fernando Iwasaki, "Ajuar funerario", un libro de terror en el que se sumerge en el universo de los fantasmas, las pesadillas, las creencias y las supersticiones.
Los niños fueron también protagonistas de la jornada, en el pabellón que los organizadores han instalado para ellos en cuatro grandes espacios llenos de libros con la intención de que se aficionen a la lectura y a los que atraían con globos de colores. En la mañana del sábado, la cantante Lucrecia sostenía en sus brazos a una pequeña de dos años empeñada en leer con ella y le contaba el relato "Besitos de chocolate", para envidia de otros muchos entre los más de 250 que cantaban al unísono con la cubana, mientras otros soltaban alguna lagrimita porque querían llevarse el cuento a casa. En otra sala los pequeños podían desarrollar su imaginación ante un cuento planteado para que inventaran un personaje y casi todos querían convertirse en la princesa Letizia convertida en objeto de amor.
Lejos del pabellón infantil, conocidos escritores firmaban sus ejemplares, algunos ante largas colas como la que se formó en la caseta de Planeta donde María Teresa Campos dedicaba su libro "Mis dos vidas". Uno de ellos, Luis Goytisolo se quejaba en declaraciones a EFE: "todo esto de la feria está muy bien y me alegra conocer a algunos de mis lectores, pero lejos de fetichismos, es hora ya de tomar en serio la raíz de la cuestión: a leer se aprende en la escuela y no vamos a solucionar el problema con los libros mientras haya profesores que enseñan a odiarlos".
El fenómeno Ruiz Zafón, que ha superado el millón de ejemplares de "La sombra del viento" con ventas a todo lo largo del planeta, tampoco competía en longitud de cola con la presentadora televisiva, y a su lado Luis del Val decía que la feria está muy bien porque "el escritor después de los actores es el personaje más vanidoso que existe".