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EL FRACASO, TAMBIÉN MILITAR

La Armada trató de apresar a un grupo de piratas y tuvo que repeler otro intento de secuestro

Pese a que era su prioridad tras el pago del rescate, la Armada española no logró capturar a uno sólo de los piratas del Alakrana. Además, inmediatamente después de la liberación hubo una muestra del poder intimidador de la acción del Gobierno: otro clan rival intentó secuestrar de nuevo el barco.

Pese a que era su prioridad tras el pago del rescate, la Armada española no logró capturar a uno sólo de los piratas del Alakrana. Además, inmediatamente después de la liberación hubo una muestra del poder intimidador de la acción del Gobierno: otro clan rival intentó secuestrar de nuevo el barco.

Según la narración de los momentos posteriores que a la liberación del Alakrana que publica este miércoles El Mundo, la Armada intentó capturar a los últimos piratas que abandonaron el pesquero en una lancha rápida. Un helicóptero realizó una ráfaga de disparos sobre los secuestradores que, según fuentes de Defensa citadas por el rotativo de Unidad Editorial, habrían causado "heridos y, quizá, algún muerto".

Lo más llamativo, no obstante, es que otro helicóptero de la Armada tuvo también que emplearse pero para evitar un nuevo intento de secuestro que había puesto en marcha un clan rival del de los primeros secuestradores.

Así, el "dispositivo militar" al que hacía referencia la ministra Chacón en el telediario de TVE de la noche y que en palabras de la titular de Defensa tenía como prioridad "evitar un nuevo secuestro" tuvo que emplearse a fondo, dada la escasa capacidad disuasoria que ha desplegado el Gobierno español.

"Nunca bajamos a nadie a tierra"

La ministra también queda una posición complicada tras las declaraciones de uno de los líderes de los piratas que el periódico ABC publica este miércoles, en la que dice que nunca se bajó a ninguno de los tripulantes del Alakrana a tierra.

Esto contrasta con lo que dijo la ministra en su comparecencia pública en Moncloa el pasado día 5 de noviembre, en la que afirmó que el Gobierno sabía "exactamente dónde están" los tres tripulantes del pesquero, dando por cierto el traslado a tierra firme. Incluso se permitió afirmar que se conocía  también su estado de salud: "Están bien", dijo, en lo que parece una flagrante mentira o, quizá aun peor, un caso terrible de mala información.

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