L D (EFE) Por causas aún desconocidas, el pirotécnico –que salió ileso– oyó ruidos de petardos en el interior de la furgoneta y vio salir humo de ella, tras lo cual alertó rápidamente a toda la gente que había alrededor para que saliera de allí enseguida o se refugiara al fondo del casal. Según testigos presenciales, ese aviso fue fundamental para que la explosión, que destrozó totalmente la furgoneta y causó daños en vehículos estacionados junto a ella y ventanas de viviendas del edificio más próximo, no convirtiera el accidente en una tragedia.
También fue decisiva para evitar mayores daños personales la presencia de un solar junto al lugar donde estaba aparcada la furgoneta, entre las calles del Palleter y de Juan Llorens. Las ambulancias desplazadas hasta el lugar atendieron en un primer momento a varios de los heridos y trasladaron posteriormente a diecisiete de ellos, tres (un niño de 11 años, una chica de 19 y un joven de 27) al Hospital General y catorce al centro de especialidades de la calle de Alboraya.
La alcaldesa, Rita Barberá, acudió al lugar tras presenciar la "mascletá" de la plaza del Ayuntamiento y anunció que las ocho familias que han tenido que ser desalojadas por la explosión serán realojadas por el consistorio, que también repondrá los daños materiales que ha causado en vehículos y viviendas de la zona. Numerosos falleros expresaban en plena calle su ansiedad y nerviosismo por lo ocurrido, y algunos relataron llorando que podía haber sido "una tragedia".
Este accidente marcó este viernes la actualidad festiva de una ciudad volcada ya en sus fiestas patronales, que según las estimaciones de los empresarios hoteleros de Valencia registrará la ocupación, al menos, del 90 por ciento de las plazas hoteleras con previsión de llegar al cien por cien si continúa el buen tiempo y la llegada de turistas. Según la Consejería de Turismo, la ciudad duplicará hasta el próximo lunes su población habitual, que es de algo más de 800.000 habitantes; este año se prevé una mayor presencia de público extranjero debido, principalmente, a la próxima celebración de la fase final de la Copa del América de vela.