L D (EFE) El director general de Salud Pública de la Junta, José María Arribas, compareció para informar sobre la reunión de los expertos celebrada en Valladolid a instancias de la Consejería de Sanidad.
Arribas insistió que la Junta tiene especial interés en saber si el nuevo caso de cáncer infantil en el Colegio (un linfoma de Burkitt) tiene algo que ver con los cuatro anteriores (tres leucemias, una de las cuales provocó la muerte de la niña que la padecía, y un linfoma de Hodgkin). Recalcó también el interés del gobierno regional por saber si el nuevo caso modifica o no las conclusiones que los expertos firmaron en junio de 2002 sobre el citado brote, atribuido por los padres a una instalación colindante de telefonía por ondas no convencional que dejó de emitir por orden judicial en enero de 2002 y fue posteriormente desmantelada.
Asimismo, destacó que el Gobierno regional ha pedido a los expertos que, en un tiempo razonable que situó entorno a los dos o tres meses, orienten a la Junta en posibles medidas a tomar por la administración sanitaria. José María Arribas transmitió a la población un mensaje tranquilizador a propósito de la aparición del nuevo cáncer infantil, del que destacó que se trata de una enfermedad no transmitible y con un pronóstico aceptablemente bueno.
El dictamen de los expertos emitido en junio de 2002 concluía que en ese momento no existían "evidencias científicas de que las ondas electromagnéticas utilizadas en la telefonía móvil produzcan otro efecto sobre la salud distinto del térmico", que a su juicio "habría que evitar imponiendo limitaciones en la emisión".
Arribas insistió que la Junta tiene especial interés en saber si el nuevo caso de cáncer infantil en el Colegio (un linfoma de Burkitt) tiene algo que ver con los cuatro anteriores (tres leucemias, una de las cuales provocó la muerte de la niña que la padecía, y un linfoma de Hodgkin). Recalcó también el interés del gobierno regional por saber si el nuevo caso modifica o no las conclusiones que los expertos firmaron en junio de 2002 sobre el citado brote, atribuido por los padres a una instalación colindante de telefonía por ondas no convencional que dejó de emitir por orden judicial en enero de 2002 y fue posteriormente desmantelada.
Asimismo, destacó que el Gobierno regional ha pedido a los expertos que, en un tiempo razonable que situó entorno a los dos o tres meses, orienten a la Junta en posibles medidas a tomar por la administración sanitaria. José María Arribas transmitió a la población un mensaje tranquilizador a propósito de la aparición del nuevo cáncer infantil, del que destacó que se trata de una enfermedad no transmitible y con un pronóstico aceptablemente bueno.
El dictamen de los expertos emitido en junio de 2002 concluía que en ese momento no existían "evidencias científicas de que las ondas electromagnéticas utilizadas en la telefonía móvil produzcan otro efecto sobre la salud distinto del térmico", que a su juicio "habría que evitar imponiendo limitaciones en la emisión".
