L D (EFE)
Dehesa, de 47 años, fue encontrada en el baño de las oficinas de la revista, ubicada en el barrio de Coyoacán, en el sur de Ciudad de México. Cuando los policías entraron encontraron a la mujer tirada en el suelo y llena de sangre, por lo que llamaron a los servicios médicos. "Al revisarla vimos que tenía algo enterrado en el cuello. Era un cuchillo que al parecer le perforó la yugular. Le entró por un lado, pero no le salió del otro", explicó Jesús Hernández, de la unidad de rescate.
El procurador de justicia de la capital mexicana, Bernardo Bátiz, ha señalado en declaraciones a W Radio que ya se ha abierto una investigación para determinar las circunstancias del crimen y dar con los culpables. "Hay signos de que hubo alguna lucha (...), parece que no hubo robo", dijo Bátiz, quien puntualizó que se están iniciando las pesquisas para indagar "acerca de cuestiones relacionadas con su vida personal, alguna venganza, alguna cuestión de carácter pasional".
Bátiz indicó que peritos de la procuraduría y agentes del Ministerio Público acudieron al lugar del crimen para efectuar las indagaciones y dijo que se trató de un crimen "intramuros, que no puede ser previsto por la seguridad pública". La Policía judicial ha solicitado a los hermanos de la víctima, Luis Raúl y Ana María, y a su yerno, Gonzalo Espejel Lozaya, que acudieran prestar declaración ante el titular del Ministerio Público.
El procurador de justicia de la capital mexicana, Bernardo Bátiz, ha señalado en declaraciones a W Radio que ya se ha abierto una investigación para determinar las circunstancias del crimen y dar con los culpables. "Hay signos de que hubo alguna lucha (...), parece que no hubo robo", dijo Bátiz, quien puntualizó que se están iniciando las pesquisas para indagar "acerca de cuestiones relacionadas con su vida personal, alguna venganza, alguna cuestión de carácter pasional".
Bátiz indicó que peritos de la procuraduría y agentes del Ministerio Público acudieron al lugar del crimen para efectuar las indagaciones y dijo que se trató de un crimen "intramuros, que no puede ser previsto por la seguridad pública". La Policía judicial ha solicitado a los hermanos de la víctima, Luis Raúl y Ana María, y a su yerno, Gonzalo Espejel Lozaya, que acudieran prestar declaración ante el titular del Ministerio Público.
