
Ramón José Dopico Martínez, concejal de Medio Ambiente en el ayuntamiento de Irixoa por el Partido Popular, ha fallecido este miércoles, 15 de octubre, tras sufrir múltiples picaduras de avispas velutinas mientras desbrozaba una finca de eucaliptos en Teijeiro, dentro del municipio de Curtis.
El edil, de 76 años, ha perdido la vida apenas veinte minutos después del ataque, según han confirmado fuentes del Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES). Los primeros en acudir han sido efectivos del GES de Curtis, junto con una ambulancia, que han intentado atender al concejal en el mismo lugar y se han encargado de retirar el nido de velutinas. Poco después, un helicóptero medicalizado ha llegado hasta la finca, pero los servicios sanitarios no han podido hacer nada para salvarle.
Según informa La Opinión de La Coruña citando a testigos, un vecino que le ayudaba en las labores de desbroce ha avisado al 112 tras ver cómo Dopico se bajaba del tractor con síntomas de mareo. Aunque jubilado, el concejal continuaba ligado a la actividad laboral en la zona, manteniendo una empresa en el polígono de Teijeiro vinculada a distintos trabajos en el municipio.
Incremento de nidos en la comarca
El GES de Curtis ha reconocido que durante este verano se ha visto obligado a retirar decenas de nidos de velutinas en la comarca, con un notable incremento en los últimos meses. De hecho, el de Irixoa no ha sido el único suceso mortal esta semana: en Pontevedra, un hombre de 79 años también ha fallecido tras ser atacado por un enjambre de velutinas cuando realizaba labores de roza. En este caso, la agresión se ha desencadenado al pasar cerca de un nido situado en el suelo, una circunstancia muy similar a la del concejal popular.
Las llamadas avispas asiáticas o velutinas constituyen una especie invasora llegada accidentalmente a Europa en 2004. Aunque no se caracterizan por ser agresivas con el ser humano, sí atacan cuando perciben una amenaza, especialmente si alguien se aproxima a menos de cinco metros de sus nidos. Su proliferación en Galicia se ha convertido en un grave problema para la apicultura y los ecosistemas locales, dado que se alimentan de insectos como las abejas.

