
Con el pelo corto, sin perilla y un aspecto mucho más aseado del que acostumbraba a tener cuando representaba a En Marea. Así ha sido detenido en Cuba el español Martiño Ramos Soto, quien fuera uno de los dirigentes de la extinta formación gallega, que nació como una coalición de la izquierda —integrada por Podemos, Anova y Esquerda Unida— de cara a las elecciones autonómicas de 2015.
El expolítico había empezado una nueva vida en la isla caribeña, a la que habría llegado hace unos meses, tras huir de España para evadir la condena de 13 años y seis meses de prisión que la Audiencia Provincial de Orense le impuso por abusar sexualmente de una de sus alumnas "mediante prácticas sádicas", señala Policía Nacional. Las agresiones se produjeron de forma continuada cuando la víctima tenía entre 12 y 16 años.
Martiño Ramos, orensano de 50 años que trabajaba como profesor en Galicia, fue uno de los fundadores de En Marea junto con Yolanda Díaz, quien se sirvió de la coalición para llegar al Congreso de los Diputados en 2016 y ya se ha visto salpicada por otros escándalos como el de Ramiro Santalices, quien fuera asesor de la actual vicepresidenta segunda del Gobierno y terminó siendo detenido.
Yolanda Díaz le encubrió durante siete años. Era un secreto a voces que consumía y distribuía archivos pedófilos desde el ordenador de la sede del partido. Pero la líder de Sumar y promotora de En Marea acusaba de difamación a los compañeros que le advertían de este extremo desde 2009. En el caso de Martiño Ramos, también de su entorno, se encontraba entre los diez fugitivos más buscados de España.
Era así desde que el pasado 31 de octubre se emitiera una Orden Internacional de Detención contra él por agresión sexual agravada a una menor de edad. Llama la atención que el gallego, considerado de "alta peligrosidad" por la policía española y al que las autoridades cubanas decían tener controlado en La Habana, vivía cómoda y libremente en La Habana. Incluso realizaba actividades con jóvenes, algunos de ellos menores.
Nuevo fotógrafo de moda
Martiño Ramos podría haber obtenido ayuda por parte de alguien del régimen comunista, dado que gozaba de una vida privilegiada en la isla caribeña y se movía libremente en distintos círculos de la élite cultural de La Habana. De hecho, acudía de forma habitual a charlas, talleres y exposiciones.
Tanto es así que era invitado a los actos que se celebraban en la Fototeca de Cuba —que depende del Ministerio de Cultura—, como reflejan las imágenes publicadas en su Instagram. Le vemos —por ejemplo— entre los asistentes a la inauguración de una exposición, el pasado 12 de noviembre. Parece que evita estar en primer plano, pero terminan captándole en algunas de las instantáneas.
Se presentaba como Martín Soto, fotógrafo de modelos y artistas. Utilizaba su nueva identidad y una cuenta de Instagram —bajo el nombre de "lacurvadelaluz", que ya no está disponible— para contactar con jóvenes talentos, a los que les ofrecía sesiones gratuitas. Algo que terminaría contribuyendo a su localización.
"Por los estrechos cangilones de la Habana Vieja, un despacioso abanico de bienandanzas discretas y curvas ceñidas con placidez sonora", rezaba en la descripción de su perfil en esta red social, en el que ya había publicado decenas de imágenes de jóvenes y adolescentes.
Abusos sádicos continuados
Los hechos por los que fue condenado Martiño Ramos, conocido por sus posicionamientos de izquierdas y su supuesto compromiso con las mujeres, son de una gran dureza. Su víctima era una alumna suya a la que, cuando tenía 12 años y aprovechándose de su condición de profesor, engañó y manipuló para abusar de ella.
En un primer lugar le hizo creer que era otro adolescente y que podía ayudarle con los problemas que —él conocía— tenía en ese momento. Cuando estableció una relación de confianza con ella por redes sociales, le pidió fotografías desnuda y masturbándose. Después, propició un encuentro. Ella esperaba a un chico de su edad.
Cuando descubrió que se trataba de su profesor, se quedó "en shock", recoge la sentencia. A partir de ahí, el pederasta de En Marea abusó de ella de forma continuada durante varios años. Las agresiones sexuales incluían "azotes y bofetadas". En una ocasión, le dio una paliza y la abandonó en un monte.
¿Por qué no le detuvieron antes?
Las autoridades cubanas han detenido a Martiño Ramos Soto en La Habana. Según ha comunicado la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), el fugitivo estaba "bajo observación" desde que hace unos meses tuvieran constancia de que se encontraba en la isla. Sin embargo, como hemos explicado unas líneas más arriba, gozaba de una vida privilegiada y hasta se le permitía que tuviera contacto —supuestamente profesional— con menores.
Las autoridades de #Cuba han informado esta tarde a @policia que el prófugo, de la lista de #LosMásBuscados, Martiño Ramos ha sido detenido con el apoyo de la Consejería de Interior
Tenía una Orden Internacional de #Detención por agresión sexual agravada a una menor de edad pic.twitter.com/wm8VGGANyP
— Policía Nacional (@policia) November 24, 2025
Hay testigos que apuntan desde Cuba que incluso regentaba un negocio de serigrafía situado en el barrio de El Vedado, lo que —de ser cierto— implicaría que alguien le estaba ayudando desde dentro, como sospecha la policía española. En cualquier caso, no hay duda de que vivía de manera acomodada en la capital de Cuba hasta que fue descubierto. Una organización española —Madres protectoras de Madrid— difundió su imagen y sus datos, lo que permitió localizarle en La Habana y precipitó su detención.
La fuga de Martiño
El gallego, que se encontraba en libertad provisional, abusó sexualmente de su víctima cuando la menor tenía entre 12 y 16 años, "mediante prácticas sádicas". La Audiencia Provincial de Orense le condenó a 13 años y medio de prisión. Su defensa recurrió ante el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, pero se desestimó su petición el 25 de julio. Cuando, el 15 de septiembre, la Guardia Civil acudió a informarle de este extremo, él ya había abandonado su domicilio.
Según la reconstrucción que la policía ha hecho de la fuga, Ramos Soto se desplazó en primer lugar a Portugal —se cree que en julio— para, desde Lisboa, volar a Brasil. Desde allí viajó a Perú y finalmente, a Cuba. El Gobierno de España ha solicitado formalmente su extradición y parece que la dictadura cubana tiene intención de facilitar su traslado, a pesar de que no hay un acuerdo de extradición vigente.


