Las calles de Albal presentan un nuevo aspecto tras la intervención del ejército, que ha logrado despejar gran parte del lodazal acumulado por la reciente DANA. La limpieza y el despeje de vías han permitido que el acceso a la zona sea mucho más seguro y fluido, facilitando la entrada de voluntarios, policías y guardias civiles para continuar con las tareas de recuperación.
Sin embargo, algunos vecinos expresan su descontento por la tardanza en la llegada de las ayudas, afirmando que, durante una semana entera, tuvieron que enfrentar las complicaciones del lodo y la falta de accesos despejados. Según testimonios, esta demora complicó la situación para muchas familias, que vieron sus casas y pertenencias gravemente afectadas.
A pesar de las críticas, los esfuerzos del ejército han sido reconocidos como cruciales para agilizar el proceso de recuperación, permitiendo una mayor movilización de recursos y asistencia en esta localidad valenciana.