
Han pasado dos semanas desde que la fuerza de la DANA arrasara la provincia de Valencia, dejando pueblos y municipios inundados, llenos de barro y sus edificaciones destruidas. Tanto desde el gobierno autonómico como el central, han actuado tarde y mal. Las ayudas son escasas y, aunque las competencias están claras, desde la subdelegación del Gobierno se están lavando las manos. Entre todos los problemas que está habiendo, tanto sanitario, como material, evacuar los vehículos es primordial para la limpieza de los lugares afectados.
Los recursos, la competencia y la capacidad de llevar a cabo la tarea es del Gobierno, representado por la Delegación del Gobierno en Valencia, de la DGT –dependiente del Ministerio de Interior- que ha coordinar el trabajo del Consorcio de Compensación de Seguros y a la patronal de desguaces. Desde el miércoles 6 de pasado, las partes implicadas, dicen estar hablando de este asunto, pero hoy todavía no hay una solución al problema que supone tener miles de coches inservibles retirados en campas en los municipios afectados. Los alcaldes piden auxilio porque ya está afectando gravemente las labores de limpieza y contribuyendo a una mayor contaminación del terreno.
Se está haciendo una presunta dejación de funciones pasando la responsabilidad a servidores públicos de administraciones que no tienen ni la competencia, ni la capacidad ni los recursos necesarios.

