Greenspan, al descubierto: de defensor del patrón oro a presidente de la FED
Alan Greenspan escribió en 1966 un artículo bajo el título Oro y libertad económica. El ex presidente de la FED advertía entonces que "en ausencia del patrón oro, no hay ninguna manera de proteger los ahorros de la confiscación que supone la inflación". La inflación ha sido la norma desde los 70. (Volver)
loboe dijo el día 15 de Agosto de 2009 a las 12:57:24:
Herbert:
Efectivamente, el oro tampoco es la solución -perfecta-, pero es bastante mejor que el dinero fiduciario. Como muy bien apuntas, adoptar el patrón Oro significa dejar el asunto en manos de la naturaleza, pero permíteme dos consideraciones al respecto: la primera es qué no está en manos de la naturaleza ¿O piensas que los seres humanos la hemos trascendido? La segunda es que en mi opinión, la naturaleza es mejor garante que los gobiernos. O dicho en otras palabras, no es la solución perfecta pero es la menos mala.
Argumentas que su valor no es ni mucho menos estable, aunque a continuación añades que su producción es muy reducida en relación con el volumen total de oro en circulación. Parece que el primer supuesto está en cierta condición con el segundo. Por supuesto que su valor no es estable, pero a medida que se aprecie su valor, este será automáticamente compensado con la introducción de nuevo oro obtenidos por métodos que hasta el momento no eran rentables.
Tampoco es cierto que adoptar un patrón oro rígido supusiera andar con oro en los bolsillos. Simplemente significaría que por cada unidad de papel moneda podríamos retirar del Banco central el contravalor correspondiente en metal si lo consideramos oportuno. En la práctica casi nadie lo haría porque acarrear oro es mucho más incómodo que acercarse al cajero automático.
Alegas que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer, pero en este caso no sería lo bueno por conocer, porque ya es conocido. Precisamente sería volver a los orígenes y me gusta decir siempre que puedo que nuestros ancestros no eran tan tontos. Quizás seamos nosotros los hombres modernos los que hemos olvidado quienes somos y de donde venimos.
Estás también en lo cierto cuando afirmas que el total de dinero en circulación representa una medida de los bienes físicos existentes, pero no existe razón teórica por la que al aumentar los bienes disponibles por razón del propio desarrollo de la sociedad, tenga que aumentar necesariamente el dinero en circulación. El desequilibrio en ambas direcciones es de antiguo conocido. Si aumenta la masa monetaria se produce la temida inflación y si se mantiene constante frente al aumento de bienes, la deflación, pero no he visto ninguna justificación teórica de que por sí sola, esta última sea necesariamente mala. Además, como señalaba antes, la apreciación del oro haría aumentar su producción. No olvidemos que efectivamente es un bien escaso, pero que esta escasez es solo relativa y está influida por su precio.
No digo que no se deban buscar soluciones, pero tu pretensión de “resolver el verdadero problema de fondo“ me parece un tanto pueril. Estás hablando nada menos que de resolver el problema de la naturaleza humana. Donde haya hombres con posibilidad de meter la mano en el cazo lo harán, de forma que en cierto sentido, la decisión de dejar el asunto en manos de la naturaleza no es tan descabellada. Mi abuelo te lo habría dicho de otra manera: “donde hay latas hay embudos”, pero viene a ser la misma idea.
Por supuesto que podemos afanarnos en diseñar los mecanismos que limiten al máximo las tentaciones y veleidades de los gobernantes -en este sentido los padres fundadores de la nación americana hicieron un trabajo admirable y demostraron ser verdaderamente sabios-, pero como ya he señalado en algún otro foro, el problema de fondo es que intentar diseñar un mecanismo que no pueda ser violado por los políticos es igual de inútil que intentar construir una coraza que no pueda ser perforada, o un sistema de seguridad que no pueda ser penetrado. La razón es que los políticos son generalmente los más tontos de la clase, y como dijo el sabio, es virtualmente imposible diseñar un mecanismo a prueba de tontos porque son terriblemente ingeniosos y siempre encuentran la forma de fastidiarlo.
Herbert dijo el día 15 de Agosto de 2009 a las 01:28:37:
El oro tampoco es la solución. El oro Tiene las características necesarias para funcionar como dinero. Es escaso, pero lo suficientemente abundante como para llegar a manos de todos por medio del intercambio comercial. Es divisible, para ajustarse a los diferentes valores necesarios en el intercambio. No es perecedero, para poder ser utilizado como reserva de valor...
Pero su valor no es ni mucho menos estable. Tiene usos que no son propios del dinero. Es un recurso mineral, lo que pone su creación en manos de la naturaleza, los extractores, y quienes los controlan. En caso de un fuerte crecimiento económico, se revalúa como consecuencia de que su producción, muy reducida en relación con el volumen total de oro en circulación, no puede seguir al crecimiento económico...
Cuando sólo unos pocos ciudadanos poseen cantidades de oro apreciables, esto no resulta importante. Pero cuando el oro está en los bolsillos de todo el mundo, porque es utilizado como dinero, los resultados de estos movimientos pueden ser catastróficos. Aferrarnos al patrón oro sería como tener oro en nuestros bolsillos. Si flexibilizamos el patrón oro para evitar esta clase de problemas, estamos en las mismas que ahora, con un dinero que, a la hora de la verdad, sería fiduciario.
La historia está repleta de complicadas crisis causadas por la disponibilidad de oro en el mercado. Revalorizaciones escandalosas seguidas de profundas devaluaciones del oro han sido comunes en la historia, y esto no es en absoluto bueno para las relaciones económicas.
La diferencia con el dinero es que la creación de este último está controlada por los estados. Estos hacen y deshacen más o menos a su antojo, con las desastrosas consecuencias que todos conocemos. Pero no cambiarían mucho las cosas si, en lugar de ser el estado quien provoca los desmanes, fueran circunstancias propias del mercado del oro y de quienes intentan manipularlo en beneficio propio.
El dinero no es ni debe ser un artículo común. Sirve de reserva de valor y medida del valor comercial de las cosas, algo imprescindible par el funcionamiento de nuestra sociedad. Necesitamos que su oferta vaya en cuidadosa concordancia con su demanda, del modo lo más estable que sea posible, de manera mecánica y a poder ser inviolable. Tiene que ser una simple representación del valor de mercado de lo que los ciudadanos creamos con nuestras actividades, sólo eso..., nada menos que eso.
La creación del dinero tiene que ir cuidadosamente encadenada a la creación de valor. Cuanto más valor crea una sociedad (en forma de bienes y servicios), más dinero necesita para intercambiar ese valor. Los bancos centrales, a pesar de su cacareada independencia, vienen demostrando su incapacidad para lograrlo.
No se como puede lograrse ese encadenamiento del modo lo más satisfactorio posible, sin intervenciones interesadas de los estados ni perturbaciones del mercado del oro. Pero sin duda, puede hacerse.
La cuestión es hasta que punto existe la voluntad de resolver definitivamente el problema, buscando soluciones inteligentes, o pensamos que es mejor "malo conocido que bueno por conocer", y preferimos pasar del dinero fiduciario al oro o vice-versa, sin resolver el verdadero problema de fondo.
Lo que todos producimos, atesoramos y utilizamos para intercambiar bienes, no es propiamente el dinero, sino el valor que este representa, equivalente al valor de los bienes y/o servicios que nosotros producimos. Somos los ciudadanos quienes creamos ese valor, y lo intercambiamos por bienes creados por otras personas. El dinero es un mero "receptáculo" del valor que nosotros creamos, del valor de nuestro trabajo.
Cuando el dinero representa fielmente al valor, ni siquiera necesitamos pensar el él; preguntamos ¿cuanto vale? Identificamos intuitivamente el valor con el dinero, en la medida que esta identificación sea estable y creíble.
Pero somos víctimas de un peculiar toco-mocho. Nos dan monedas de chocolate, que se deshacen en tu mano, no en tu boca. Por lo menos, podían darnos Lacasitos, que se deshacen en tu boca, no en tu mano...
loboe dijo el día 14 de Agosto de 2009 a las 20:33:45:
Aguilib: tomada nota. Por cierto, me has puesto los dientes largos al recordarme ese nombre. Gratísimos recuerdos de inolvidables inmersiones en esas aguas.
Aguilib dijo el día 14 de Agosto de 2009 a las 19:24:45:
Loboe, pequeña (pequeñíiisima) nota aclaratoria: soy aGuilib, o sea, de Águilas (Murcia) un aguileño liberal
Y respecto a lo demás, nada que objetar, llevas toda la razón. Y es más, te agradezco que lo hayas hecho.
loboe dijo el día 14 de Agosto de 2009 a las 14:55:23:
Aquilib: solo tengo un "pero" a tu comentario, que quizás no sea lo más importante pero que no me gustaría pasar por alto.
Cuando dices que "una política intervencionista llevada a cabo por buenos gestores, puede crear riqueza en una nación (y Aznar, lo demostró)" creo que sería más correcto decir: la política intervencionista de los buenos gestores *no* crea riqueza, todo lo más consiste en propiciar las condiciones adecuadas que permiten a la iniciativa privada crear riqueza.
Ítem más: una vez creada esa riqueza, el buen gestor mantiene la maquinaria del Estado reducida a un mínimo para que su funcionamiento no consuma vía impuestos la mayor parte de las plusvalías generadas. No olvidemos que la definición económica de un esclavo es el señor que paga un 100% de impuestos.
Aguilib dijo el día 14 de Agosto de 2009 a las 13:33:52:
Las dos políticas económicas tienen sus pros y sus contras.
En mi cuestión personal, como eterno deudor, la política intervencionista de bajos intereses, me ha beneficiado. Ahora, la cuenta vivienda que abrí para comprar un piso, cada vez me alejaba más, de lo que proporcionalmente ahorraba.
En cuestión general, una política intervencionista llevada a cabo por buenos gestores, puede crear riqueza en una nación (y Aznar, lo demostró). Y hele aquí, que llegó zapatero (como con el PP había superávit) y dijo: “conmigo más”. Soltó la cometa de la expansión crediticia en cantidad (que no, en calidad) y con el menor viento, vino a estrellarse sobre una obra en construcción.
Un gobierno fachasocialista (como este), con la economía de la nación basada en el patrón oro, no la hubiera hundido en tan poco tiempo. Y desde el primer día habría subido los impuestos y puesto al descubierto, el pastel de su “política”
schopena dijo el día 14 de Agosto de 2009 a las 13:32:16:
Santiago Fernando.
Toda la llamada ciencia económica no es más que el Fárrago pretencioso y vacuo de un enjambre de payasos, llamados economistas, subvencionados las más de las veces –directa o indirectamente, a sabiendas o, más a menudo, sin saberlo- por los beneficiarios de la demencial situación que padece el mundo. (Joaquín Bochaca)
El objeto de la máquina es la producción, y el de ésta el Consumo.
La Moneda es un instrumento de medida y cambio; no una mercancía.
La Riqueza de una Nación reside en el Trabajo y la Cultura de sus habitantes.
(Perogrullo, el Olvidado)
¡Hijo mío, teme al Señor y enriquece tú espíritu, pero no tengas nada que ver con los hombres de posición!
¡Traerán la catástrofe sin avisar!
¿Quién sabe qué ruina pueden provocar esos hombres?
(Proverbios)
schopena dijo el día 14 de Agosto de 2009 a las 13:30:49:
Santiago Fernando.
Toda la llamada ciencia económica no es más que el Fárrago pretencioso y vacuo de un enjambre de payasos, llamados economistas, subvencionados las más de las veces –directa o indirectamente, a sabiendas o, más a menudo, sin saberlo- por los beneficiarios de la demencial situación que padece el mundo. (Joaquín Bochaca)
El objeto de la máquina es la producción, y el de ésta el Consumo.
La Moneda es un instrumento de medida y cambio; no una mercancía.
La Riqueza de una Nación reside en el Trabajo y la Cultura de sus habitantes.
(Perogrullo, el Olvidado)
¡Hijo mío, teme al Señor y enriquece tú espíritu, pero no tengas nada que ver con los hombres de posición!
¡Traerán la catástrofe sin avisar!
¿Quién sabe qué ruina pueden provocar esos hombres?
(Proverbios)
AxLaVerd dijo el día 14 de Agosto de 2009 a las 12:54:18:
Sr Greenspan gracias por recordarnos el refranero español y ponerlo de moda.
El refranero del día:
Donde dije Digo dije Diego.
Pitufito dijo el día 14 de Agosto de 2009 a las 12:33:58:
Supongo que Greenspan se daría cuenta que diciendo la verdad no iba a ninguna parte y se pasó al lado oscuro de la corrección política, vemos que le fue muy bien ser un meapilas políticamente correcto.