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Amando de Miguel

Étimos misteriosos

"Gilipollas" es tanto como decir "tonto de la pija" para acentuar su sentido derogatorio. Es un madrileñismo muy característico.

Son innúmeros los correos que me corrigen mi apreciación de que "gringo" se deriva de "griego", en el sentido del que habla una lengua extraña, incomprensible. Me aseguran esos corresponsales que "gringo" procede de las guerras entre mexicanos y norteamericanos en el siglo XIX. Por ejemplo, había una canción de los soldados norteamericanos que decía "Green grow the lilacs" (= Verdes crecen las lilas). Además los soldados norteamericanos vestían de verde. Paparruchas y leyendas. La voz "gringo" (= griego, lengua extraña) está en el castellano del siglo XVIII, mucho antes de lo del Álamo de San Antonio. De "griego" en el sentido de confusión proceden voces tan castizas y antiguas como "greguería" (= algarabía, bullicio) o "gresca" (= riña, pendencia). En el Quijote está lo de "hablar en griego o en jerigonza" (= de forma ininteligible).

J.J. Carballal documenta que el término "alferecía" (= ataque de epilepsia) está en el Corominas como voz que se utilizaba ya en el siglo XVI. Por tanto, no debe ser considerada como un vulgarismo. Estoy de acuerdo. Yo la he utilizado alguna vez con el personal sanitario, pero son ellos los que lo consideran un vulgarismo. Otro corresponsal, José María Navia-Osorio (médico él), pone el término "alferecía" al mismo nivel que "telele, cólico miserere, patatús" y otros términos vulgares. Se podría añadir "yuyu". A mí me gusta lo de "alferecía", muy cerca del cultismo "apoplejía" (=parálisis en griego) y muy lejos de "alférez" (= caballero en árabe).

Rafael Campo Gómez apunta que en Aragón tienen la voz "galacha", que es la extensión de agua que queda en el meandro del río cuando cambia de rumbo". Supongo que quiere decir cuando el río altera el cauce. Esa apreciación me confirma la idea de que el sonido <che> es una voz natural que se asocia con el agua. "Chove", dicen los gallegos cuando llueve. Los vascos tienen el "chirimiri" (= llovizna). Los niños "chapotean" en el agua.

María López Sabugo me envía un correo, que circula por la red, sobre la etimología de "gilipollas". Por lo visto, hubo en Madrid un alcalde famoso llamado Gil Imón. El cual tenía dos hijas muy feas. En el español tradicional, las jóvenes solteras son las "pollas". De ahí lo de "don Gil y pollas". Francamente, la historia me parece poco verosímil. Cierto es lo de la significación tradicional de "pollas". Tengo yo un librito preciso, del siglo XIX, que se titula Conferencias para las pollas. Es de índole religiosa. Pero lo de "gilipollas" tiene un origen más sencillo. Sigo en esto a Camilo José Cela. "Gil" ha sido en el español clásico el equivalente del tonto o simple. El gitanismo "gilí" tiene el mismo sentido. Lo de "pollas" no es un plural (como no lo es "bocazas"), sino la versión vulgar del pene. Por tanto, "gilipollas" es tanto como decir "tonto de la pija" para acentuar su sentido derogatorio. Es un madrileñismo muy característico. Mantiene algunos ñoñismos, como "giliflautas" o "gilipuertas". La "flauta" es quizá la de Bartolo, que tenía un agujero solo, es decir, otra vez el pene.

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