Menú
Amando de Miguel

Informaciones útiles

Aludía yo aquí a que la voz prieto, en castellano antiguo, significaba “de tez morena”. Pedro Pérez Buendía (Madrid) me recuerda que en México todavía tiene ese significado.

José Luis Maestro informa a los lectores que hay una página de la Real Academia (www.rae.es) que cumple “este mismo servicio”; se refiere al de esta seccioncilla. Viene muy bien la información, pero cada uno es cada uno. La RAE podrá decir lo que está bien o está mal en materia del uso del castellano. Yo persigo un fin más modesto: comentar, entretener, sacar punta a las cuestiones en torno a la lengua común. En definitiva, lo mío no es la autoridad sino el puro goce con las palabras, el placer de la lengua. Uno de los placeres, pensará el lector inteligente, para quien las palabras tienen más de un significado, como esta de lengua. Los académicos de la Lengua nunca se equivocan; siempre aciertan y tienen razón, como omniscientes eran los detectives de las novelas de misterio. Pero yo sí me equivoco; soy un detective que puede errar.
 
Aludía yo aquí a que la voz prieto, en castellano antiguo, significaba “de tez morena”. Pedro Pérez Buendía (Madrid) me recuerda que en México todavía tiene ese significado. Para mí que algunos caballeros tudescos que vinieron con el emperador Carlos, apellidados Schwartz, castellanizaron su impronunciable nombre (seguramente judío) por el de Prieto. No hay más que observar la expresiva cara morena, cetrina, con esa inteligente mirada, de Pedro Schwartz (pronunciado aquí Esvarch o algo así) para comprobar mi teoría.
 
Pedro Espinosa (Murcia) matiza mi alusión al ábrego, como un viento húmedo. Él sostiene que la humedad no pasa de Andalucía Occidental. Más arriba ─me corrige─ es un viento seco. No diría yo tanto. En Madrid, cuando sopla el ábrego, del sudoeste, suele traer lluvia. Pocas veces tenemos esa suerte los madrileños, pues la lluvia es vida. El que llega seco a Madrid es el Levante. Hay que releer a Séneca para darnos cuenta de la importancia de los vientos en el discurrir cotidiano. Es lástima que se haya perdido ese saber tradicional.
 
Reconozco el error de decir yo aquí que los husos horarios son porciones longitudinales, de polo a polo, separados por 15º en el ecuador. Agustín Argüello García me señala, con toda razón, que los grados son los mismos en cualquier línea de longitud. Lo que yo quería decir es que la distancia de un grado es máxima en el ecuador: 40.000 kilómetros partido por 360º. Esa distancia se va acortando conforme vamos hacia los polos. Bueno, creo que me he metido en un berenjenal. Como es sabido en el berenjenal uno se pincha por todas partes. Socorro.
 
Ana Julia Brassara (Argentina) solicita dónde se pueden consultar neologismos de Medicina. No es mi campo, pero la editorial Espasa (históricamente tan vinculada a la Argentina) tiene varios diccionarios de términos científicos, incluidos los médicos.

En Sociedad

    0
    comentarios