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Amando de Miguel

Oratoria civil

La observación me la hizo Antonio Garrigues. Cuanto más civilizado es un país, menos tiempo se tarda en los discursos, conferencias y otras intervenciones orales. En España lo cortés en esos casos es pasarse del límite fijado. Por este lado andamos bastante salvajes. Las reuniones, las conferencias, mesas redondas y otros actos públicos se hacen durar la intemerata. Hay que temer al conferenciante del “con esto termino”. La facundia es el vicio nacional. A los artículos le sobran palabras; a los libros, páginas. No se quejarán, yo me limito aquí a cien palabras. Para expresar una idea, más sería redundancia.

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