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Amando de Miguel

Polisemia y confusión

Luis Cáceres señala la curiosidad de que “flexible” suele indicar algo bueno, mientras que “inestable” significa algo no deseable, cuando ambos términos indican que algo cambia. En efecto, el cambio sin más es ahora algo que se desea, pero puede ser a peo

Eduardo Fungairiño (tan curioso él) me recuerda la polémica que se montó con el título de "conde de FENOSA" que Franco otorgó al empresario y cacique Pedro Barrié de la Maza. La polémica no fue por ese libérrimo privilegio, sino porque FENOSA era más bien un acrónimo. La verdad es que resultaba un tanto ridículo que una persona fuera "conde de Fuerzas Eléctricas del Noroeste Sociedad Anónima". Don Eduardo sostiene que la polémica se zanjó al razonar alguien que "Fenosa" era también un apellido catalán o valenciano. Sospecho que Franco no tuvo en cuenta ese precedente. En el habla coloquial "Fenosa" no era un acrónimo sino un nombre en toda regla. Algo parecido sucedió con la "Renfe". Añado que las siglas y acrónimos pueden jugar malas pasadas. No hay más que recordar el nombre de uno de los partidos que se integraron en el Movimiento Nacional de Franco: Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista. Es decir, FET y de las JONS. Nunca se vio un nombre tan largo para un partido con tan pocos militantes.

Silvino Blanco plantea la cuestión de que las siglas o acrónimos pueden significar varias cosas, según quien las acuñe o las utilice. Es cierto, los diccionarios de siglas indican que un mismo acrónimo puede pertenecer a campos distintos. Por ejemplo, don Silvino tiene un amigo que es profesor en una ETS (Escuela Superior Técnica), pero él estudia las ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual). Es una ilustración más de un axioma que tantas veces ha quedado aquí expuesto, que la polisemia significa confusión, pero que también contribuye a dar un poco de gracia al idioma. Si cada palabra tuviera un solo significado, los diccionarios serían inmanejables.

Luis Cáceres señala la curiosidad de que "flexible" suele indicar algo bueno, mientras que "inestable" significa algo no deseable, cuando ambos términos indican que algo cambia. En efecto, el cambio sin más es ahora algo que se desea, pero puede ser a peor. El juego de la Bolsa o los juegos de azar manifiestan un perfil inestable, pero eso mismo los hace más interesantes. La flexibilidad no siempre es algo bueno. Una vara para azotar tiene que ser flexible para que cumpla su cometido, pero ese acto no es muy deseable para el que sufre el castigo. Una fiebre estable con 38º puede tranquilizar, pero esa misma estabilidad resulta preocupante si la meseta de la fiebre se mantiene en los 40º.

Juan Jimeno me dice que hay un nuevo término en la jerga informática (los que tuitean, bloguean o facebuquean), que es concuerdo. Significa algo así como el acuerdo entre las opiniones de los que se envían mensajes. No me ha llegado el palabro, pero lo creo innecesario. Me da la impresión de que es un anglicismo más. En inglés, "concord" significa acuerdo entre dos partes, preferentemente de naturaleza jurídica. En español tenemos "concordación, concordanza, concordancia, convenio o concordia". Así que no necesitamos más. Cuando se trate de opiniones, lo mejor es "acuerdo", que también sirve para los aspectos jurídicos o de resolución de conflictos. No siempre el acuerdo es una buena cosa. Por ejemplo, en la lucha contra el terrorismo, el acuerdo o la negociación (otra palabra que siempre parece positiva) pueden ser formas de esconder una derrota o una rendición. Lo fundamental es tener clara la idea de que las palabras no son caprichosas; cada una nos lleva, mejor que otras, al significado que tenemos en la mente y que deseamos transmitir.

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