Querido Pablo:
Hay algo en lo que el cambio no ha llegado. Y es en esa manía que nuestros gobernantes tienen de demonizar palabras, etiquetarlas de malditas y borrarlas de su léxico público. Le ocurrió a Zapatero, cuyo futuro libro sobre economía bien podría ser un diccionario de sinónimos de la palabra crisis: desaceleración, fase bajista del ciclo, periodo de estancamiento... Ahora le ocurre a Rajoy con el impronunciable rescate bancario que, si bien no es lo mismo que rescatar un país, no deja de ser un rescate europeo a la banca española, es decir, exactamente lo mismo que hemos hecho nosotros mismos con nuestros bancos hasta en cuatro ocasiones: rescatarlos. Pero el empeño por buscar sinónimos con los que deformar la realidad se extendió esta semana a otras palabras: gabinete de crisis. Rajoy, Soraya, Montoro y Guindos lo celebraron el pasado jueves en el Congreso digan lo que digan desde el Gobierno. Pues con la prima en 550 puntos y el bono a diez años colocándose al 7% lo extraño sería que el Gobierno no celebrara ese gabinete. ¿Acaso no criticábamos a Zapatero cuando, con un escenario menor, no tomaba las riendas de la situación?
Muchos recuerdan ahora ese fatídico mes de agosto de 2011 en el que Zapatero dio la puntilla a Rubalcaba con una reforma de la Constitución que pretendía calmar a la prima. En esos tiempos, se celebró, como sabes, un Comité de Estrategias del PP, en el que Cristóbal Montoro dijo: "Dos semanas con la prima en 500 puntos es sinónimo de rescate". Llevamos dos meses por encima de la delgada línea roja y sin noticias del Banco Central Europeo que sí ayudó a Zapatero cuando Europa reprobaba sus medidas. Rajoy espera lo mismo pero todavía no llega. "Le quedan quince días", me dices, pero mi pregunta y la que hoy se hacen todos los socialistas es ¿qué más va a hacer Rajoy?
Rubalcaba también está muy preocupado, por el rescate pero también por la ausencia de políticas de estímulo a la economía. Nos dicen en su entorno que está contento con la interlocución con Rajoy sobre la política económica europea. "Hablan todos los días", aseguran. Pero lo que advierte Rubalcaba es lo siguiente: "O crecemos, o la recesión se come el rescate en un solo año". Según su teoría, que refrenda la práctica, los 100.000 millones volarán en 2013 por los intereses y el decrecimiento de la economía. Y necesitaríamos otros 100.000 millones, y luego otros, y otros... y por supuesto, con sus correspondientes intereses. Hay que recordar que "el mayor ajuste de consolidación del gasto de la democracia" que recogieron, según Montoro, los Presupuestos Generales del Estado, sirvieron sólo para pagar los 29.000 millones de intereses de la deuda.
Es cierto que en estos seis meses de Gobierno, Rajoy ha hecho más reformas estructurales que ZP en ocho años, pero no lo es menos que todavía no ha abordado la reforma de la administración pública necesaria para hacernos creíbles ante Bruselas. Por ejemplo, ¿me podrías decir que se ha aprobado en los cuatro últimos consejos de ministros? Pues prácticamente nada. En el último mes el Gobierno centra su acción en Bruselas, Berlín y París, pero ¿qué hay de las reformas españolas? Está muy bien que Soraya aporte un relato de confianza, que hable de la economía real (que no se nos olvida a nadie porque todos la padecemos); que se rebele contra la prima; que nos explique de qué va esto de la prima (a buenas horas, mangas verdes)... pero si hablamos de la España real, te diré que todos los españoles esperan que sigan las reformas paradas hace un mes, que se adelgace el estado al ritmo que el bolsillo ciudadano y que se eliminen duplicidades y empresas públicas, en donde el Gobierno sólo ha recortado 27 sobre un total de más de 4.000. Eso es la economía real. Me dicen que un diputado del PP estuvo hace poco en su provincia y recibió las decepciones de sus feligreses: "¿Dónde está el cambio? Os votamos porque pensamos que sabíais hacerlo". El Gobierno tiene uno de los retos más complicados de nuestra historia, pero rescato su discurso en tiempo de Zapatero: "no todo depende de fuera, de Europa". Es muy necesario que sigamos haciendo los deberes. Porque España sólo saldrá adelante, como dice Soraya, si los que prometieron el cambio son capaces de predicar con el ejemplo y no con la palabra. No basta con que Fátima Báñez se encomienda a nuestra querida Virgen del Rocío.
Ya sabes, eso de "a Dios rogando... y con el mazo dando"
Un beso
Ketty