Los presentadores y tertulianos de La Sexta llevan días anunciándolo, pero el Gobierno de Rajoy no termina de caer. No está de Dios. Pero es que desde que Garzón desapareció de nuestra judicatura por unas prevaricaciones de mucho progreso la derecha está desatada y ya no hay quien la devuelva a la oposición, el lugar al que pertenece y del que jamás debió salir. Los papeles de Bárcenas, en los que aparecen apuntes de entregas de dinero a Rajoy y otros patanegra del partido, son la prueba de cargo con que la izquierda mediática –el PSOE bastante tiene con los ERE de Griñán-, pretende expulsar al PP del poder.
El principal argumento de los partidarios de la dimisión de Rajoy es que los apuntes son del puño y letra del extesorero, pero eso no implica necesariamente que su contenido responda a la realidad. Sin pruebas que acrediten el movimiento de fondos que recogen esas notas, los papeles de Bárcenas tienen un valor probatorio más bien escaso, sobre todo teniendo en cuenta la situación procesal de su autor. Una cosa es que Bárcenas en persona haya tomado esas notas y otra bien distinta que lo que figura en ellas sea el reflejo fiel de la comisión de varios delitos, como ya se ha dado por supuesto con demasiada ligereza.
El papel entregado por El Mundo a la Audiencia Nacional no contiene asientos contables sino una relación de anotaciones para uso particular. Si son el registro puntual de entregas de fondos a los líderes del PP, tiene que haber algún documento que lo demuestre, y esa documentación, de momento, es la que no aparece por ningún sitio. Aunque el dinero de esos presuntos sobresueldos proceda de donaciones en metálico ajenas a los circuitos oficiales, es difícil de creer que los responsables de su manejo no se encargaran de justificar todas las salidas de ese dineral confiado a su custodia, aunque fuera con una firma en el precinto de la caja de puros donde le llevaban a Rajoy su morterada, que ya hay que ser hortera.
Nadie en su sano juicio pone su mano en el fuego por ningún político, y menos cuando hay un presunto trinque de por medio; pero salvo que Pedrojota haya publicado a estas horas otros papeles de Bárcenas en los que aparezcan las firmas de los aludidos o algún otro justificante de la percepción de estos pagos ilegales, aquí sólo hay material para el prime time de Telecinco. De momento, digo.