"De los 40 hacia abajo, todo el partido está pidiendo cambios". Así se expresaba un anónimo secretario de Estado en El Mundo el pasado 10 de septiembre. Esperanza Aguirre acababa de crear un revuelo con su artículo "Ha llegado la hora", en el que abogaba por primarias en el PP, y el secretario de Estado ponía el dedo en la llaga al señalar el aspecto generacional que divide al PP en cuestiones de regeneración. Esto no quiere decir que sólo los que tienen menos de 40 años pidan cambios, pero la voluntad de cambio está más generalizada en esa franja de edad.
Apenas diez días después del artículo de Aguirre, la rama juvenil del PP de Madrid convocaba un congreso para el 26 de octubre en el que se elegirá a su nuevo presidente bajo la fórmula de "un militante, un voto". Esto significa que todos los afiliados de la organización podrán decidir quién deberá presidirlos. No se reservará el derecho de voto, como hasta ahora, a unos delegados cuyo sistema de elección es generalmente opaco. Hay que recordar, eso sí, que Madrid no es pionera en este sistema. Las Nuevas Generaciones de Baleares y Castilla y León ya han elegido a sus respectivos presidentes bajo esta fórmula en fechas recientes.
Una vez establecidas las reglas de la elección, se han presentado tres candidatos presidenciales, que ahora mismo están en plena campaña. Cumpliendo con un requisito básico de toda campaña que se precie, celebrarán un debate el jueves 17, que esperemos se retransmita por internet. Sólo las malas costumbres de la política española pueden convertir en noticia el hecho de que haya un debate entre los candidatos a presidir un partido, pero así es.
Dicho esto, las buenas noticias no se limitan sólo al método de elección del nuevo presidente de NNGG Madrid. El pasado viernes se presentó el borrador del reglamento interno de dicha organización. El documento está lleno de novedades de enorme y bienvenido calado para la democracia interna del partido. Aquí hago un análisis de la ponencia en mayor profundidad, pero valgan los siguientes ejemplos para recalcar la relevancia de lo propuesto:
- Las candidaturas a la presidencia de NNGG Madrid se presentarán sin necesidad de avales (se evita así el bochorno de Susana Díaz, quien fue elegida candidata a la Junta de Andalucía por el PSOE-A sin votación alguna tras no haber podido recabar los avales requeridos nadie más.
- Desaparece la figura del compromisario (delegado) en los congresos; todo afiliado, por el hecho de serlo, podrá participar en ellos.
- Se establece una limitación de dos mandatos en los cargos.
- Ningún afiliado podrá tener más de dos cargos públicos remunerados.
- Las páginas web de NNGG Madrid deberán incluir los estatutos nacionales y los regionales (ahora mismo, en lo que es una evidente falta de transparencia, ni el PP ni el PP de Madrid cuelgan sus estatutos en sus respectivas páginas.
- Se añade como falta muy grave la corrupción "de partido".
- Se crea una Junta General Anual para rendir cuentas ante los afiliados.
- Se exige tener experiencia previa al margen de la política para ser candidato a presidente.
Estos cambios aún no han sido adoptados por NNGG Madrid. Dependerán de la votación en su congreso del día 26. Pero hay que reconocer la valentía de Carlos Escobosa y de Nieves Alonso –los responsables de la ponencia– al proponer estos cambios.
Igual que Rubalcaba está sintiendo la presión de los jóvenes para hacer cambios en el PSOE (sirva como ejemplo la petición espontánea de primarias que tanto le azoró en la conferencia de las juventudes socialistas celebrada en Bilbao el pasado domingo), en el PP los jóvenes también están haciendo oír su voz. Aunque, mejor dicho, los del PP no sólo están pidiendo ser escuchados; también están dando ejemplo. Ojo con la repercusión que puedan tener dentro del PP a medio plazo.