Si usted cree que, por debilidad, el Gobierno ha pagado millones de euros a los terroristas islámicos para liberar a dos individuos secuestrados que, al parecer, no se encontraban demasiado mal con sus secuestradores, está usted equivocado. El Gobierno es plenamente consciente de que con esa millonada los terroristas comprarán más armas y estarán en situación de cometer muchas más fechorías. ¿Por qué lo ha hecho entonces? No por debilidad, repito, sino básicamente porque el negocio entra en el fraude de la "alianza de civilizaciones", es decir, de tiranías y terrorismos. Si usted no considera este hecho, simplemente no entenderá nada.
Si usted cree que el Gobierno negocia o ha negociado con la ETA, está en un craso error. "Negociar" es una palabra que suena bien, pero negociar con asesinos totalitarios tiene otro nombre: colaborar con ellos. Se alegará que a veces, cuando los asesinos son demasiado fuertes, aunque no lo bastante para conseguir sus objetivos, conviene la negociación a fin de salvar lo salvable. Pero la ETA nunca alcanzó tal grado de peligrosidad y además el Gobierno actual heredó de Aznar una ETA acorralada, realmente contra las cuerdas, lo cual agrava en extremo su delito. He expuesto varias veces los hechos, por lo demás evidentes aunque pocos quieren verlos, que demuestran a lo vivo esa colaboración, y no voy a repetirlos ahora.
¿Por qué colabora el Gobierno con los asesinos etarras? También lo he expuesto otras veces: porque comparte con ellos el 90% de su ideología, como puede observar cualquiera con dos dedos de frente y un poco de memoria. Pero hay otro factor clave, bien visible en la totalitaria Ley de memoria histórica. Esta deslegitima (quiero decir, lo pretende) radicalmente al franquismo, y por ello a cuanto viene de él, esto es, la transición y la democracia actuales. Como se recordará, eso, la ruptura, era lo que buscaba casi toda la oposición antifranquista al comienzo de la transición; solo su debilidad la obligó a resignarse al cambio "de la ley a la ley". No toda se resignó, sin embargo: la ETA siguió golpeando año tras año, llevando al país a la crisis que desembocó en el 23-F. La "ley de memoria histórica" premia también a los etarras, pintándolos de luchadores por la democracia, y constituye, esencialmente, una vuelta al rupturismo. Por ello la ETA es aceptada, "negociada" y recompensada con, entre otras muchas cosas, estatutos de "nación asociada" a la catalana, imitados por el PP. Justificando el asesinato como manera de hacer política, y no como cualquier manera, sino como la más privilegiada. Difícilmente podían haber esperado más los etarras de sus crímenes; aunque parte de ellos esperen más todavía.
Repito: si usted no entiende estas cosas, está usted condenado a que el Gobierno colaborador con bandas armadas le embarulle y le tome el pelo una y otra vez.