De las creadoras de ‘RqueR’, la línea de productos conocidos como los bombones de la resistencia, llega ‘Apadrina una gallina’. Las exmonjas de Belorado aseguran que están arruinadas y ya no saben qué hacer para sanear sus cuentas. A mediados de noviembre, las clarisas excomulgadas anunciaron que volvían al chocolate, el negocio que tantas alegrías les dio en el pasado (éxito en Madrid Fusión incluido).
Sin embargo, poner en marcha de nuevo el obrador del convento podría no ser la tabla de salvación que necesitan. De hecho, a la vista está, han necesitado reforzar la campaña navideña con una propuesta llamativa que capte la atención de los compradores potenciales de su línea de dulces y chocolates: abrir su corral y ofrecer a las aves que alberga en régimen de apadrinamiento. Un patrocinio que tendría unas oraciones vía gallina como recompensa.
La encargada de explicar la iniciativa en YouTube -a través del canal del periodista que ahora dirige la imagen que proyectan las cismáticas, Francisco Canals- ha sido la exreligiosa que se sigue haciendo llamar sor Paloma (pese a que fue excomulgada y expulsada de la vida consagrada el pasado 22 de junio). Una cordobesa que -explica- lleva 23 años en el convento de las clarisas y se ocupa de los animales (gallinas, pavos, patos, cerdos, faisanes, palomas...).
"Me chiflan", exclama. "Toda la creación manifiesta a Dios, que se plasma en todas sus criaturas", explica la exmonja. "Yo me relaciono directamente con Dios a través de los animales", añade, "yo creo que por eso los quieren quitar". Y esto es sólo el principio de una serie de videos que -anuncia el periodista Francisco Canals- están por venir. Las de Belorado compartirán su día a día con las 87 gallinas de su corral. Alguna de ellas ya tendría padrino.
Así pretenden impulsar las ventas de su línea de productos ‘RqueR’, que -por cierto- han ido ampliando desde que anunciaron que sacarían al mercado sus "gotas extrafinas de chocolate de diferentes sabores" de cara a la Navidad. En el catálogo, ofrecen también: palitos de chocolate y naranja, rocas de chocolate, nevaditos y magdalenas.
Los pedidos se realizan por correo o vía WhatsApp, y -suponemos- los ingresos que produzcan no pasarán por las cuentas oficiales del convento, como las exmonjas vienen haciendo con el dinero que obtienen de otras actividades económicas que desarrollan en el cenobio burgalés. Entre ellas, la venta "ornamentos litúrgicos" -a través de portales como Wallapop- o el alquiler de dependencias del Monasterio de Derio.
El obrador nunca fue rentable
A raíz del cisma, supimos que las trufas que salen del obrador de Belorado son deliciosas pero no rentables. O al menos no tanto como cabía esperar. Las rebeldes del monasterio de Nuestra Señora de Bretonera apenas tenían 6.000 euros en el banco cuando Mario Iceta (arzobispo de Burgos) fue nombrado comisario pontificio y le fue encomendada la gestión de los conventos de Belorado, Orduña y Derio.
Entonces salieron a la luz los desmesurados gastos del cenobio con la exabadesa, Laura García de Viedma (antes sor Isabel de la Trinidad), al frente. Fuente eclesiales cercanas al caso llegaron a asegurar -en declaraciones a Libertad Digital- que "gastaba como si fuese una multinacional". Sus famosos bombones no les servían más que "para subsistir". "No son negocio para ningún convento", nos explicaron. Con más motivo para el burgalés, dado que "usan chocolates muy caros" y hay que "pagar esa materia prima".
También hay que tener en cuenta que se trata de un producto estacional. "Supone una gran inyección en Navidad, pero las ventas del resto del año son residuales". Sor Sion presumía en una entrevista concedida a El Mundo en 2021 de que vendían unos 1.200 kilos de su producto estrella en estas fechas. Pero otros conventos venden cantidades similares -o mayores- y tienen más margen de beneficios.