
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº1 de Briviesca ha comunicado este lunes a las partes personadas en el procedimiento de desahucio del Monasterio de Nuestra Señora de Bretonera en Belorado (Burgos) la nueva fecha para la práctica del lanzamiento de las exreligiosas cismáticas que continúan de residiendo en dependencias del convento, a pesar de que ya no pertenecen a la orden de las hermanas clarisas propietaria del inmueble. Será el próximo 10 de junio.
Cabe recordar que inicialmente estaba previsto que se hubiera realizado el pasado 23 de enero. Miembros del juzgado debían acudir al monasterio burgalés -con la orden de desalojo firmada por el magistrado competente- para devolver el inmueble okupado por las exclarisas a su propietario/arrendador. Pero tuvo que ser retrasado. Ante las últimas novedades judiciales, la oficina del comisario pontificio de los Monasterios de Belorado, Orduña y Derio ha emitido un comunicado en el que destaca que "el procedimiento no afecta a las cinco monjas que no han participado del cisma, y que conforman actualmente la comunidad monástica" del cenobio burgalés.
"Estas religiosas, dada su avanzada edad y delicado estado de salud, han sido desde el primer momento objeto de especial preocupación" para la comisión gestora. "La atención y cuidados que precisan serán inmediatamente asumidos por la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu, a la que pertenecen", añaden, "tan pronto como sea posible acceder al Monasterio". Esa es la intención del equipo liderado por el arzobispo de Burgos —Mario Iceta—, la persona elegida por la Santa Sede para gestionar la crisis derivada del cisma declarado el 13 de mayo de 2024.
Al mismo tiempo, Roma le encomendó que protegiese el patrimonio adscrito a las monjas clarisas, bloqueando cualquier pretensión de la exabadesa sor Isabel (quien se había aferrado al cargo y fue la promotora el cisma) de cambiar de titularidad inmuebles y terrenos, o vender los bienes que haya en el interior de los mismos, dada la precaria situación económica que tenían las hermanas rebeldes. Cuando Iceta empezó a gestionar el monasterio de Belorado se encontró con que la comunidad apenas sumaba 6.000 euros en todas sus cuentas. La exabadesa había llevado a la comunidad a la ruina. Sólo tenían deudas.
En el mes de febrero, las cismáticas jugaron su última baza para intentar frenar el desahucio. El mencionado juzgado comunicó su decisión de desestimar la suspensión del procedimiento, que fue solicitada por las exreligiosas. Las hermanas rebeldes de Belorado pedían al juez que se paralizara el proceso judicial hasta que se resolviera la demanda que ellas presentaron contra el comisario pontificio. Extremo que también fue rechazado. Las seguidoras de sor Isabel pretendían anular su nombramiento y —por ende— su capacidad de decisión sobre los mencionados monasterios, pero tampoco lo lograron.
¿Se irán a Asturias?
Las exmonjas cismáticas han inaugurado recientemente su "restaurante de clausura" —como lo denominan ellas— en tierras asturianas. Tras un pequeño periodo de rodaje, ‘Santa María del Chicu’ abrió sus puertas como una casa de comidas donde se ofrecen platos típicos de la gastronomía local, aderezados con sus deliciosos chocolates.
Las antiguas clarisas alquilaron —por 1.600 euros al mes— un pequeño hotel de apenas 10 habitaciones, llamado la ‘La Ribera del Chicu’ y ubicado en la villa de Arriondas, con la intención de ubicar el restaurante en la planta de abajo y establecer su residencia en la planta superior. Esto posibilitaría que el resto de la comunidad cismática, las cuatro exreligiosas que siguen en Belorado, se mudasen con ellas cuando se produzca el desalojo.


