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Carlos Pérez Gimeno

La Duquesa de Alba, imparable

Las dos estuvieron un largo rato hablando. Es posible que le contara como van los preparativos de su boda con el funcionario, que fue el gran ausente. ¿Dónde estaría metido? ¿Tendría la prueba del chaqué?

Doña Cayetana no para un segundo. Tiene una vitalidad envidiable y estos días se encuentra en Madrid donde no ha querido perderse el certamen hípico que, bajo el nombre de "Concurso de Saltos Europeo", se ha celebrado en el Club de Campo de Madrid en el que su hijo Cayetano participaba.

Llegó acompañada por su exnuera Genoveva Casanova, y por sus nietos Luis y Amina, que también quisieron ver concursar a su padre, que no quedó entre los mejores puestos.

Coincidió en uno de los palcos con la infanta Elena, gran aficionada a éste deporte, y que también ha heredado su hija Victoria Federica, que siguió con mucha atención la competición.

La infanta escogió para la ocasión un vestido fucsia y cazadora vaquera y el pelo suelto sujetado por unas gafas de sol. Las dos estuvieron un largo rato hablando. Es posible que le contara como van los preparativos de su boda con el funcionario, que fue el gran ausente. ¿Dónde estaría metido? ¿Tendría la prueba del chaqué?

Por su parte, su hijo Fernando también se acercó para seguir de cerca el concurso e intentó escaparse de los fotógrafos y así evitar hablar de esa boda que no le gusta nada, como a todos sus hermanos.

Por el stand de Rolex, donde estaba Susana Perodri que atendía perfectamente sus invitados, la verdad es que el almuerzo estuvo fantástico. Apareció Carmen Valiño con Ana Rosa Quintana, recién llegada de vacaciones y muy contenta de la audiencia de su programa. "Estoy encantada, hemos empezado muy bien, y así espero continuar".

Begoña Trapote, más morena que nunca, llegó con una sobrina hija de su hermana Mar, la novia de Felipe González. Gonzalo de la Cierva lo hizo con su mujer, Patricia Olmedilla, pero como la mesa estaba al completo los duques de Terranova tuvieron que irse a otra. Cuando Cayetano Martínez de Irujo vio a los integrantes de la mesa que le había tocado a su lado saludó como pudo y desapareció.

Mar Saura, Paloma Lago con su hijo Javier, o Sandra Ibarra, con Juan Ramón Lucas y sus tres hijos, también se acercaron para ver los saltos. Llegaron con la diseñadora Sara Navarro, gran amiga de ambos. Comentó que ha creado una colección especial de zapatos para la fundación que preside Sandra y la recaudación irá destinada para la laucha contra el cáncer. No hay que olvidar que la diseñadora también sufrió esa enfermedad hace unos años y, afortunadamente, la pudo combatir.

Un fin de semana muy deportivo, con un tiempo espléndido

Pero yo me sigo preguntando. ¿Dónde se habría metido el funcionario?

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