
Ambiciones y Reflexiones, así es el titulo del libro de Belén Esteban, del que según comentaron en la presentación ya están preparando la segunda edición.
Belén Esteban estuvo rodeada por los suyos, como era de esperar, siendo una de las primeras en llegar su madre, que llegó acompañada de su hijo Cuqui, así como sus amigas íntimas, entre ellas la famosa y tan nombrada Mariví.
En el transcurso de la conversación que mantuvo con los medios no tuvo ningún problema en contar lo que hizo durante el periodo de recuperación. "He estado 7 meses ausente y aislada de todo, ha sido como una terapia, no he querido ver a nadie, y eso es lo que de verdad necesitaba", confesó.
La de San Blas está feliz, porque dice que después de todo lo que ha pasado, está convencida de que ha nacido una nueva Belén Esteban, que se siente totalmente recuperada, y por supuesto que está dispuesta -como siempre- a continuar luchando por su hija y por su familia.
Cuando se le preguntó por su exmarido, respondió sin la menor vacilación: "Le deseo lo mejor en esta vida, como a Jesulín, pero uno está enterrado y Frank, incinerado, y lo digo en el buen sentido de la palabra". Así de contundentes fueron sus palabras.
Belén, a pesar del tiempo transcurrido, continúa manteniendo la teoría de que, si ella hubiera aparecido en la clínica cuando Jesús tuvo aquel accidente de coche que a punto estuvo de costarle la vida, la historia se hubiera escrito de otra manera.
Adora a su hija, y cada vez que la nombra se le iluminaba la cara. "Me cuida mucho, es una niña muy madura, me echa muchas broncas, la última hace unos días, cuando confundí los botes de la insulina".
Ya al término de la conversación, nos sorprendió cuando comentó que le habían ofrecido protagonizar un culebrón en Sudamérica, pero tenía muy claro que no lo iba a hacer y ella misma admitió que lo había rechazado. Lo que de verdad le gustaría, después de haber saludado a la princesa de Asturias hace unas semanas, seria conocer a la Reina. Tratándose de Belén Esteban, seguro que lo consigue.
