La madrileña iglesia de los Jesuitas estaba totalmente abarrotada de familiares y amigos que quisieron dar el pésame a la familia Franco. Un total de ocho sacerdotes oficiaron la ceremonia por el funeral de la recientemente fallecida Duquesa de franco. El acto religioso lo ofició el cardenal Cañizares, arzobispo de Valencia, el cardenal Jose Manuel Estepa, arzobispo emérito castrense, dos sacerdotes de la Conferencia Episcopal, más otro de los Jesuitas, otros dos del Santo Sepulcro, y por problemas con el tráfico, no llegaron ni el prior ni el abad del Valle de los Caídos.
Todos los hijos y nietos de la duquesa llenaron los primeros bancos de la iglesia, y algunos de ellos leyeron en transcurso del funeral, como Jaime, uno de los hijos de Francis, Mariola y también Eugenia, hija de Luis Alfonso y Margarita Vargas.
El comentario y la indignación general de la mayoría de la gente que asistió a la misa, que por cierto, casi no se cabía en la iglesia, fue la ausencia de los reyes Eméritos, o algún miembro de la Casa Real. Tan solo asistió Maria Zurita, hija de la Infanta Doña Margarita, y lo hizo por la amistad que le une a los Franco.
Una de las primeras en llegar fue Carmen Martínez – Bordiú, que lo hizo acompañada de su hija Cynthia. "Estoy muy emocionada por la cantidad de gente que nos ha dado el pésame, la verdad es muy de agradecer. Mama ‘estará feliz viendo a todos los amigos que nos acompañan"; así lo expresó momentos antes de comenzar el acto religioso, y una vez terminado, todos los miembros recibieron el pésame de los asistentes, como Jaime de Marichalar, que coincidió con su amiga, Marisa de Borbón, Santiago y Emilio Ybarra, su íntima amiga de toda la vida, Maria Dolores Bermúdez de Castro, duquesa de Montealegre, que me aseguran que está muy afectada por la muerte de su íntima amiga , llegó con Elena Kirby de Bagration, la marquesa de Taurisano, marquesa de la Vega de Anzo, Baronesa de Grado , Baronesa de Alacuás, duques de Palencia, duques de Terranova, duques de Alburquerque, Paloma Segrelles, Victoriano Valencia, con su hija Paloma Cuevas, Beatriz de Orleans, con su fiel amiga Teñu Hohenlohe duquesa de Arión, Tessa de Baviera, y llamó mucho la atención la presencia de Leticia Sabater, imposible pasar desapercibida, por su gran melena platino, traje de chaqueta negro tipo esmoquin y falda muy corta.
Hasta dentro de un mes, no se sabrá el contenido del testamento, pero, según me comentan, Carmen Franco, lo dejó todo muy bien repartido, ya que su patrimonio era bastante considerable. Además del piso de la calle Hermanos Béquer, está el pazo de Meirás, varios pisos en Madrid, Marbella, la casa natal de Franco en El Ferrol, una finca en La Granja de San Ildefonso, otra en Oviedo, varias naves industriales, en La Coruña, el palacio Cornida, y una buena colección de joyas.
Por el momento, se ha podido ver a una familia muy unida, habrá que esperar qué ocurre dentro de unos meses; por el momento, el ducado de Franco le corresponde a Carmen, la primogénita, y Francis, tiene el marquesado de Villaverde, aparte de Señor de Meirás, que lo heredó de su abuela Carmen Polo de Franco.
Dentro de unos días, concretamente el día 25, se celebrará otro funeral, en la sede del Santo Sepulcro, y el encargado de oficiarlo será el Cardenal Carlos Amigo, arzobispo emérito de Sevilla.