La intranquilidad vuelve al feliz hogar de Manuel Díaz el Cordobés, tras haber decidido volver a los ruedos esta temporada, en fecha aún por determinar, lo que contrasta con la emotiva celebración de su décimo sexto aniversario de boda y los mensajes de amor que se intercambiaron, vía Instagram. Fue el 6 de febrero de 2004 cuando Manuel Díaz contrajo matrimonio con la bella venezolana Virginia Troconis, en Valencia, una de las capitales del país de la novia. Cinco meses después tuvieron un bebé, al que impusieron el nombre del padre. Y tres años más tarde, una niña, Triana. El torero tenía ya una niña, Alba, fruto de su primer matrimonio con Vicky Martín Berrocal en 1997, de la que se separó en 2001.
La relación de Manuel con Vicky y su pequeña siempre fue cordial aun después del divorcio. Incluso Vicky y Victoria se han encontrado en más de una ocasión en términos amistosos. Todo perfecto. Vicky ha tenido después otros amores, el último con el portugués Joao Viegas Soares. Ha participado en un par de programas de televisión (Masterchef Celebrity y Maestros de la costura) y pronto en un nuevo concurso de la 1, Tipical Spanish. En cuanto a Alba, ha ido a aplaudir a su padre a más de una corrida y tras estudiar en París quiere dedicarse a ser Dj. Fue novia hasta no hace mucho del empresario Javier Calle, que ya estaba divorciado.
En 2016 Manuel Díaz consiguió quizás la mayor ilusión de su vida: que la Audiencia Provincial de Córdoba le declarara hijo biológico de Manuel Benítez "El Cordobés", quien se negó a realizar una prueba de ADN. Y no sólo eso, sino que en 2017 y parte del año siguiente Manuel Díaz compartió varios festejos junto a su hermano Julio Benítez, hijo de "El Cordobés" padre, con la que hoy ya es su ex-esposa, Martina Fraysse. En 2018, cuando la vida de Manuel Díaz le sonreía, ya millonario después de su duro aprendizaje y la lucha por ser reconocido por su progenitor, sufrió un percance en la tarde del 19 de mayo en Palma del Río, precisamente la ciudad natal de Manuel Benítez. Esa lesión de cadera lo ha tenido desde entonces apartado de su profesión, y sometido a una severa rehabilitación. Durante este tiempo en el que ha estado lejos del redondel este segundo "Cordobés" del toreo se venía planteando su retorno, en tanto Virginia Troconis, su esposa, se sentía muy tranquila y contenta al tenerlo muy cerca en su finca andaluza.
Pero cuando Manuel le comunicó que tenía nuevo apoderado, que había firmado con una empresa taurina y que debía prepararse en los tentaderos para reaparecer en la presente temporada, en la inminente primavera, a Virginia se le torció el gesto de felicidad de su rostro. Inútiles fueron sus ruegos de que con los millones que ya tienen, la vida próspera que disfrutan, no comprendía su arriesgada decisión. Y al final, comprendiendo las razones de los toreros, no tuvo más remedio que aceptar lo inevitable: esperar cada tarde en la que torée su marido hasta saber a través de un móvil, por boca de su cuñado Chema, el más próximo colaborador de Manuel, que todo ha transcurrido bien. Choca esos momentos de disputa entre el diestro y su mujer con lo vivido días atrás, al festejar su aniversario matrimonial.
Se cruzaron un par de mensajes en la cuenta de Instagram de cada uno. El de Manuel, decía: "Hemos cambiado con los años pero el brillo de tus ojos es más brillante que nunca y mi amor por ti es incluso más fuerte". Por su parte, el de Virginia Troconis, rezaba: "Muchos años, muchos viajes, muchas vivencias... Buenas y regulares, risas y llanto, pero sobre todo amor con lo positivo y lo bonito, aunque estoy segura que de todo se aprende... Vamos a seguir sumando". Ambos textos serían modelo para un compositor de azucarados boleros.