Menú
Katy Mikhailova

Errores y aciertos, y otras anécdotas, de FITUR 2022

Analizamos los aciertos y errores de las vestimentas de Fitur.

Analizamos los aciertos y errores de las vestimentas de Fitur.
Letizia Ortiz e Isabel Díaz Ayuso. | Gtres

Mañana acaba FITUR y esto de la feria se ha convertido en un verdadero desfile de aciertos y errores en la vestimenta, en donde, aun siendo la feria de Madrid más internacional, el protocolo global camina de la mano. Lo más desafortunado siempre, sin duda, los no profesionales, visitantes, que aspiran a captar no sé sabe aún qué. Porque, reconozcámoslo, hay mucha gente que asiste a FITUR con tanta curiosidad como desgana, a la par de escaso gusto para la moda.

En materia de moda y de modos empezaré diciendo el enorme interés que presentó la reina Letizia por los uniformes de IBERIA, probablemente el stand más atractivo por ofrecer una Mahou, algo tan castizo y madrileño, y necesario para las largas horas de caminatas (¡y las colas! Lo del primer día fue terrorífico). Sin uniforme, pero ya con su estilo característico, ha optado por un pantalón de cuero en color negro, una gabardina con cuadros vichy blanco-negro, jersey blanco de cuello vuelto, unos clásicos zapatos de tacón, acompañado todo ello de su pelo liso y suelto en ese castaño apagado que lleva últimamente; y, demostrándole así al mundo entero, que la comodidad y la sencillez, con ese punto moderno por el pantalón electo, es un protocolo en sí mismo. A su lado, la presidenta de la Comunidad de Madrid escogía un traje de chaqueta y pantalón en color verde oscuro y llevaba el pelo recogido. La política más folclórica fue sin duda la alcaldesa de Jérez de la Frontera, Mamen Sánchez Díaz, que no renunció a los lunares para recordar que el flamenco se lleva por fuera también.

Y es que este año pocos rostros conocidos se han dejado caer por la feria, a excepción de aquellos que optaban por asistir en calidad de embajadores, como es el caso de Ronda que ha apostado por Agatha Ruiz de la Prada como madrina para el encuentro el segundo día.

En el stand de LGTBI (sí, en FITUR también) muy amablemente me prestaron unos productos de higiene personal femenina, a causa de mi despiste de salir de casa corriendo (dicen que la vacuna le desordena las hormonas a algunas mujeres, y yo debo de ser una de las afortunadas). Y es que una debe saber reír hasta de sí misma... Aquel día, después, terminamos almorzando en Ten Con Ten con Carmen Lomana y nuestro amigo común el joyero Miguel Mas, de la Joyería San Eduardo, un encuentro en el que no faltaron risas y muchas historias que no puedo reproducir. Pero eso ya será leyenda…

Y es que, más allá de estos pequeños episodios, sin ninguna trascendencia en nuestras vidas, que, por contra, le daban Avecrem a algo tan rutinario como intercambiar calendarios, tarjetas, cromos y papeletas propagandísticas de cada país o comunidad, el traje azul oscuro ha sido el pan de cada día, los tacones el enemigo de la mujer, y los mocasines con traje un grave error que se sigue cometiendo. Para todo esto y más, siempre nos quedará París y el estrambótico desfile con la colección póstuma de Virgil Abloh para Louis Vuitton, con polémica incluida por sacar a un modelo con falda blanca, una mezcla entre la feria de abril y la boda de feria.

Temas

En Chic

    0
    comentarios