El príncipe Alberto de Mónaco ha firmado un "contrato ultra confidencial" por el que pagaría a su mujer Charlène más de 12 millones de euros al año para cumplir con sus deberes reales. Los principales medios franceses aseguran que el príncipe Alberto, de 64 años, está haciendo todo lo posible para mantener a la princesa Charlène, de 44, "a su lado en eventos públicos". La exnadadora olímpica ha permanecido una larga temporada fuera del Principado que incluyó casi un año en su Sudáfrica natal y luego meses de tratamiento en Suiza.
Al parecer, la repentina reaparición de Charlène el fin de semana pasado fue bien recibida por los ciudadanos y por la prensa especializada en la familia real. "Pero la princesa no regresó gratis", publicó la revista Voici. Según este medio, Charlène "habría hecho que su marido y padre de sus dos hijos firmara un contrato ultra confidencial". "Entre las condiciones, incluye el pago de 12 millones de euros al año", añade.
La polémica revista Paris Match en su edición belga dio más datos sobre esta información y escribió: "El propio príncipe Alberto pagaría una buena suma a la princesa para que apareciera a su lado en eventos públicos". Las citas a las que Charlène tendría que asistir por contrato incluyen, de momento, el Gran Premio de Fórmula 1 el próximo 29 de mayo y el Baile de la Rosa, que se cambió del 19 de marzo al 8 de julio y es una de los eventos benéficos más importantes de Mónaco.
El Palacio Real de Montecarlo se niega a discutir acuerdos financieros específicos, pero el Principado paga alrededor de 46 millones de euros al año para cubrir los costes de funcionamiento de la institución. Sin embargo, los miembros de la realeza no son funcionarios asalariados, lo que significa que el dinero que recibe Charlène dependería de los propios ingresos personales de Alberto II.
Una fuente cercana a la familia real residente en Montecarlo desveló al británico Daily Mail que la mujer del príncipe Alberto está conforme con esta gran ventaja. "Ella ha pasado por un momento muy difícil, por lo que tendría sentido que Charlène intentara asegurar sus propios ingresos".
Las últimas informaciones llegan en medio de un momento complicado para la familia real. Desde que enfermase en mayo pasado, Charlène se ha sometido a varias intervenciones, algunas de ellas bajo anestesia general, por una complicación en una infección otorrinolaringológica. Llegó a regresar al Principado en noviembre, pero poco después se marchó a un destino desconocido debido, según la versión oficial, a que su estado de cansancio no le permitía afrontar sus obligaciones de princesa y que la recuperación necesitaba que se preservara su privacidad.
A finales del año pasado año, en medio de las largas ausencias de su mujer, el propio príncipe Alberto II tuvo que desmentir los constantes rumores que apuntaba a que tenía problemas de pareja.