
Kiko Rivera parece haber encontrado la manera de volver a figurar en la prensa rosa, y es escenificando su reconciliación tras varios años de alejamiento de s familia.
Kiko Rivera cuenta en Lecturas cómo se ha producido el acercamiento con Isabel Pantoja, revelando que los abogados han negociado una salida a las reivindicaciones económicas del DJ con la herencia de Paquirri, a la que dice renunciar.
Hace ya muchos meses que Kiko rompió con su madre tras La herencia envenenada, un programa donde reveló que no estaba nada conforme con el reparto y que se sentía engañado por su madre, Isabel Pantoja.
Su prima Anabel Pantoja ha sido vital en el acercamiento, y por eso Kiko le da las "gracias", retractándose de anteriores enfrentamientos y defendiéndola de acusaciones relativas a la lejanía de la joven con su padre enfermo, Bernardo Pantoja.
La llamada de Isabel Pantoja tuvo lugar al día siguiente del cumpleaños de la cantante y salió de la propia tonadillera, que quiso hablar con sus nietas, las hijas de Kiko e Irene Rosales.
A las seis de la tarde sonó el teléfono y vi ‘Mamá móvil’", cuenta. "Mi madre y yo tenemos que reunirnos fuera de Cantora. Va a ser duro, he dicho cosas muy feas y voy a tener que pedir disculpas en persona. Lo de la hipoteca de Cantora no me deja dormir. Solo quiero que ese problema no trascienda a mis hijos"
Kiko, no obstante, deja una herida abierta para resolver en futuras exclusivas: la de su hermana Isa Pantoja a quien -dice- no piensa perdonar. "No me defendió en uno de los peores momentos de mi vida. Me da pena no ver a mi sobrino, pero no la quiero ni a diez metros".


