Nacida en Huelva en 1936, Carmen Jara ha muerto en su ciudad natal, donde residía desde hace unos meses aquejada de una grave enfermedad. Ha muerto rodeada de sus familiares. La crónica rosa de Es la mañana de Federico y gran parte de sus integrantes se despiden de esta legendaria cantante, amiga y colaboradora.
La subdirectora de Es la mañana de Federico, Isabel González, guarda afecto a Carmen Jara en lo personal y lo profesional. "Todo lo que digamos se quedará corto pero sí me gustaría destacar que cuando se sentaba en el micro era absolutamente transparente, dentro y fuera del estudio era de la misma manera: cariñosa y jovial. Atesoraba muchos secretos, una cantidad infinita de ellos que nunca contó, relacionados con personas muy importantes del país, en unos casos porque les tenía respeto y admiración y en otros porque no tenía amistad con ellos. Una mezcla de discreción y lealtad que no es nada frecuente hoy en día entre la gente que se dedica a este mundo. De la faceta musical, ha sido una de las mejores voces, capaz de cantar a las 12 de la mañana en un escenario sin apenas haber calentado la voz. Y como persona, venía los martes y los jueves nos llenaba de anécdotas, risas y regalos. Peros sobre todo de su presencia. Recuerdo una vez en la cadena Cope que no se presentó ningún tertuliano aparte de ella, y lo sacamos todo adelante solo con Carmen Jara".
Beatriz Cortázar recuerda a Carmen como "la alegría de cada mañana. Estar con Carmen Jara durante tantísimos años en la radio lo resumiría con la alegría de cada mañana. Nunca enfadada, siempre sonriendo, maquillada y con su coleta. Era muy coqueta. La recuerdo de llegar a la radio temprano pero ella siempre con esa sonrisa, con ese brillo. Para la radio y para la crónica rosa ha sido mucho, ha sido un poco el cuerpo que nos unía y nos pegaba a todos. Tenía la experiencia de pertenecer a otra generación y una mujer que ha vivido tantas cosas como artista ha tenido el privilegio de conocer a los personajes de los que hablamos. Pero era tremendamente prudente aunque siempre dejaba pinceladas. Muy humana, natural, sin filtros, e ingrediente fundamental en la crónica rosa. Aparte de todo una amiga a la recordaré como una mujer entrañable, cercana, con la que hecompartido confidencias. Tenía una memoria con la que se acordaba de todo y eso aportaba mucho, a la relación humana y la profesional. Es un día muy triste.
Para el periodista Carlos Pérez Gimeno, "Carmen Jara nos deja un vacío enorme porque era un miembro principal en la crónica rosa desde hacia muchísimos años. Era una persona que se dejaba querer y era muy cariñosa con todos lo que la rodeaban. Siempre tenía buenas palabras para todos sus compañeros. A la hora de comentar lo hacía siempre con respeto, nunca fue hiriente. Deja un vacío enorme, su manera de ser, su gracia andaluza, su forma de actuar, su manera de vestir con su pelo tirante negro y su lazo, perfectamente arreglada y maquillada era muy coqueta. Siempre te vamos a recordar y siempre te vamos a querer.
La periodista Paloma Barrientos, miembro de la crónica rosa de esRadio, asegura que "para mí será siempre un referente de la radio, la amistad y la sonrisa. La conocí hace muchos años en la Cope, trabajaba con Encarna Sánchez y me resultó una persona cariñosísima. Recuerdo cuando estaba embarazada y se preocupaba de si comía y dormía bien. La recordaré siempre con su piel maravillosa y bien estirada, dando los buenos días cuando llegábamos a la radio con su sonrisa y sus ojos negros pintados. En musica era también un referente, cuando tenía una duda en el tema de copla la llamaba y lo sabía todo. Si no se acordaba del titulo, te lo cantaba. Vivió una vida en la que se la ha querido mucho".
Emilia Landaluce recuerda a Carmen Jara en lo laboral y lo personal. "Profesionalmente, aparte de una buenísima persona con la que compartir tertulia y aprender mucho, me parecía de las ultimas cantantes de copla que sabía lo que había que saber junto a la Pantoja, que todavía está en activo. Mover la bata de cola, entonar… Pero aparte una persona de una experiencia vital que había visto tantas cosas que sabía mucho. Tenía vida y cabaret".
Alaska lo tiene igualmente claro: "Conocer a Carmen es quererla, más allá de la admiración a la artista... ¡qué suerte hemos tenido, qué felices nos ha hecho! Nuestro amor por ella nos va a acompañar toda la vida, nunca pararemos de contar esas anécdotas maravillosas que narraba con tanta simpatía... eso sí, las que sabemos que se pueden contar, porque otras morirán con nosotros, porque así le gustará a Carmen. Con ella desaparecen muchas verdades nunca dichas de las grandes figuras del espectáculo y la sociedad española. Porque la Jara fue una gran artista que vivió en primera línea la historia de la España del siglo XX, pero también fue una magnífica amiga para todos aquellos que confiaron en ella y en su discreción. Una gran amiga a la que adoramos y a la que ya echamos muchos de menos".
Daniel Carande lamenta cómo "cuesta hablar de alguien a quien has querido y acaba de partir. Ha sido compañera, amiga, con la que compartimos martes y jueves en la crónica rosa. La cantidad de risas que echábamos antes de entrar a la radio; la cantidad de historias que sabía. Carmen era mucha Camren, era ingeniosa y siempre recordaré su mirada llena de vida".