
Ana Obregón está en el ojo del huracán, y así va a seguir después de hacerse público el nacimiento de su hija Ana por gestación subrogada. De momento la actriz guarda silencio mientras que su hermana Celia García Obregón ha aclarado de manera escueta algunos de los muchos interrogantes que hay en torno a esta polémica.
Hasta la fecha, la feliz madre tan solo se ha limitado a decir a través de Instagram que "ya nunca volverá a estar sola". De sobra es sabido que la familia Obregón son una piña, y los hermanos -a excepción de Celia, que sí ha confesado que ella lo sabía desde un primer momento- han preferido no aclarar nada. "Soy la única que ha visto a la pequeña a través de videollamada".
No ha aclarado si el motivo de lo ocurrido ha sido llevar a cabo el deseo de Aless de formar una familia antes de morir, o si quiere con la recién nacida ocupar el vacío tan grande que ha dejado su hijo. "Eso ya lo veréis, y se verá, yo no digo nada", según ha publicado La Razón. Esas palabras se pueden interpretar como que en un futuro Ana pueda revelar más datos.
Lo que sí quiso dejar claro es que entre su hermana y Alessandro Lequio no hay mala relación, y que sí sabía los planes de Ana. En cambio dijo que el resto de los hermanos se enteraron un poco antes de que saliera la publicación, al saber que le habían pillado. "Me envió las fotos que le habían mandado, y me dijo que se lo dijese a Juancho y a Javier, porque ella no quería que se enterasen por la revista".
Antes de despedirse quiso insistir en que no se dé tanto bombo a la noticia". Eso es imposible porque desde que explotó ese bombazo es el comentario del día sin lugar a dudas. Y lo que queda.
