
Tamara Falcó e Iñigo Onieva son inseparables desde que se han casado, y no paran de viajar. Juntos han hecho una visita relámpago a París para asistir a la inauguración del sitio más chic de la capital francesa: se trata de Lafayette, un restaurante en una de las zonas mas exclusivas, Le Flaveur Saint- Honoré, donde se dio cita lo más de lo más de la sociedad de la capital del Sena.
Allí estuvieron miembros de la familia Arnault, fundadores del mayor grupo de artículos de lujo, internacionalmente reconocidos, entre otros muchos como Nicolas Sakorzy, Natalia Vodianova o Giambattista Valli. Según hemos podido saber, la velada fue maravillosa y ambos se encontraron muy a gusto.
La representación española, aparte del matrimonio Onieva, vino de la mano del arquitecto catalán Lázaro Rosa-Violán, sin duda alguna uno de los profesionales más reconocidos a nivel internacional, que vive a caballo entre Madrid, Barcelona y Nueva York. Su vida es un sin vivir, ya que es requerido en cualquier país del mundo.
Me comentan que Iñigo y su flamante esposa lo pasaron muy bien, sobre todo por no ser conocidos allí, y así poder disfrutar mucho más de una magnífica cena preparada por uno de los mejores chef de momento, Mory Sacko . Un éxito de los que hacen época. A Iñigo le gustaría poder montar algo parecido en Madrid. Todo se andará.

