
La crónica rosa de Es la mañana de Federico ha contado con Isabel González, Beatriz Cortázar y Carlos Pérez Gimeno para abordar la polémica "espantada" del torero Juan Ortega de su boda con Carmen Otte apenas unas horas antes de su celebración. Una noticia que ha acaparado la crónica social de los últimos días y cuyo suspense ha aumentado al haber desaparecido virtualmente de la esfera pública tanto el novio como la novia.
Algo que, según la periodista Beatriz Cortázar, está empezando a cambiar. "Él ya empieza a llamar a poquita gente de confianza para, aparte de pedir disculpas, decir que llevaba un año muy mal". Unas explicaciones que pueden ser consideradas suficientes o no, pero que indican que el torero está empezando a romper su silencio. "Esta reconociendo que no lo ha hecho bien", contó la periodista.
Todo esto tiene lugar días después de que ambos, Carmen Otte y Juan Ortega, hayan hecho voto de silencio y hayan desaparecido dando pie a todo tipo de especulaciones. Al respecto de las mismas, dijo Cortázar que "su núcleo duro, los pocos que han tenido acceso a Ortega, estaban mosqueados por algunas informaciones que salían al principio. De modo que pusieron trampas diciendo incluso cosas que no eran para ver por dónde salían… y salieron. Una manera de cazar al topo. Muchas cosas que se han dicho es para cazar a los topos", resumió la periodista en esRadio.
En todo caso, se da por hecho -a diferencia de, precisamente, lo que se señaló al principio de la crisis- que pese a que efectivamente los novios mantienen la comunicación, no va a haber "marcha atrás" entre ambos. Así lo aseveró Carlos Pérez Gimeno en la crónica rosa de Es la mañana de Federico.
Lo que sí parece un hecho es que el novio está devolviendo los regalos de boda. Salvo uno: según Cortázar, "se va a quedar el capote de Curro Romero porque no se lo va a pedir, y es uno de sus máximos ídolos".


