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Rosa Belmonte

Me acuerdo de Verónica

No me voy a meter en las arenas movedizas de la salud mental. Pero no tengo claro que un programa, por cabrón que sea, pueda ser culpable de nada.

No me voy a meter en las arenas movedizas de la salud mental. Pero no tengo claro que un programa, por cabrón que sea, pueda ser culpable de nada.
Verónica Forqué en MasterChef | RTVE

Volví el lunes al hotel y estaban violando a Verónica Forqué (a Kika en la película del mismo nombre, que ponían en televisión). Un día después de entregarse los premios que llevan el nombre de su padre, Verónica se suicidó. Creo que la primera vez que la vi, que me fijé en ella en el cine, fue como la adorable Vito en La guerra de papá, aunque ya había salido en Mi querida señorita. Y la siguiente vez seguramente fue en la serie Ramón y Cajal. Luego ya vendría Almodóvar. Su puta Cristal de ¿Qué he hecho yo para merecer esto?. Y todas esas comedias españolas que todavía íbamos a ver pese a la ley Miró, que se empeñó en que el cine fuera respetable y poco ozoriano. Sé infiel y no mires con quien, Bajarse al moro o La vida alegre. También en la tele estaba Platos rotos. Y mucho después Pepa y Pepe.

La violación de Kika es muy desagradable porque es larguísima. Incluso cuando llegan dos policías no son capaces de despegar al tío de su víctima. Luego se sube a la cornisa y termina con lo suyo antes de tirarse al vacío (aprovechando una grúa) y quitarle la moto a Victoria Abril, Andrea Caracortada. Hablando de pajas, siempre vuelvo a El rey de la comedia, donde ella hacía de ella e Ignatius Farray le confesaba en un ascensor que se hacía pajas viendo películas suyas. Se lo explicaron sobre la marcha y ella aceptó. También se santiguaba antes de cada toma. Ni sabía que estaba haciendo una serie. "Ya me avisaréis para el estreno de la peli". En un descanso del rodaje, estaban Verónica y Marta Fernández Muro con el micro abierto. Ignatius, Raúl Navarro y los otros las escuchaban. Verónica le preguntó a Marta: "¿Quiénes son estos?". Y Marta: "No te preocupes, son gente de la noche".

Mucho se ha hablado ahora de su participación en MasterChef Celebrity. A MasterChef Celebrity le está pasando como a la marca de bicicletas Peloton por ser la que usa Mr. Big en And just like that. Pero no en la ficción. Yo no iría jamás a uno de esos programas a que el tal Jordi me hablara mal. Pero no iría ni a Pasapalabra porque seguro que hago el ridículo. A Carmina Barrios no le ha afectado su paso por el programa. Y Terelu dijo en el tanatorio que Verónica había sido muy feliz en MasterChef. No me voy a meter en las arenas movedizas de la salud mental. Pero no tengo claro que un programa, por cabrón que sea, pueda ser culpable de nada si una no va ya con unas condiciones determinadas. Además, ¿y yo qué sé de este asunto?

Pero no creo que haya nada de malo en que sus últimas imágenes sean esas. También lo han sido algunas entrevistas donde se la veía perfectamente. No se puede valorar a Sara Montiel o a Marujita Díaz por sus últimas apariciones en televisión. No vas a olvidar el éxito de El último cuplé por el "¿Pero qué invento es este?" cuando Sara se casó con Tony Hernández. Verónica Forqué, como ellas, es mucho más, y ya tienes que tener memoria de pez para quedarte con eso.

Me acuerdo, como Brainard, de Verónica Forqué después de la agresión sexual en ‘Kika’ cuando, tras preguntarle por qué la policía no llamó al timbre (rompen la puerta), le dice a Ramón (Alex Casanovas): "Llamar, llamaron, pero no pudimos abrirles porque Juana [Rossy de Palma] estaba en la cocina amordazada en una silla y atada. Y a mí me estaban… violando. Pero ya pasó, así que lo mejor será olvidarlo. Estas cosas pasan todos los días y hoy me ha tocado a mí".

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